Por primera vez, en 2022 se incorporaron al padrón vehicular de Jalisco más motocicletas que automóviles o camionetas. Según expertos, las rutas del transporte público deficientes, los costos de los combustibles y el crecimiento de las plataformas de reparto por medios digitales fueron factores que derivaron en el incremento de las motos.El Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco actualizó cifras sobre los parques vehiculares de las Entidades, esto basado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Reveló que el año pasado se integraron 84 mil motos y 53 mil automotores a las vías del Estado. “Tienen un impacto económico muchísimo menor comparado con adquirir un automóvil. Existen ya ciertas regulaciones como que tengan placas, que se vendan a mayores de edad y las tiendas aún las tienen de fácil acceso. La gente las ve como la manera más económica de moverse. Esto es un fenómeno que apunta también a las ciudades dormitorio como Tlajomulco o El Salto”, explicó Génesis Hernández, coordinadora del Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte, quien mencionó que este “boom” del uso de motocicletas se acrecentó a partir de la pandemia por el COVID-19.Los datos muestran que Ayotlán, Cuautitlán de García Barragán, Etzatlán, Gómez Farías y Tototlán son los municipios con las tasas más aceleradas de compra de motos. Especialistas consideraron que el mayor uso de las motos es consecuencia de la falta de rutas del transporte público eficientes y resaltaron la urgencia de impulsar la movilidad sustentable: “Como la motocicleta fue el tipo de vehículo con mayor incremento, sería interesante explorar opciones más sustentables, como motocicletas eléctricas o sistemas de transporte público mejorados”, dijo Roberto Ulises Estrada Meza, especialista en Movilidad por la Universidad de Guadalajara. Alejandro trabajaba en un restaurante de la Avenida Chapultepec y, como muchas personas, se quedó sin empleo debido a la pandemia por COVID-19. En 2021, presionado por la falta de recursos, invirtió 16 mil pesos de su liquidación en una motocicleta y obtuvo un trabajo temporal transportando cajas de zapatos entre sucursales de una tienda de calzado. Para complementar sus ingresos, optó por darse de alta en una aplicación de reparto de alimentos: “Al principio me iba bien, pero después ya no, no rinde para la gasolina, y te descuentan mucho; además, hay mucho riesgo porque debes ‘pisarle’ para llegar a tiempo”.Un amigo invitó a Alejandro a trabajar para él en una refaccionaria, donde se encarga de llevar piezas a talleres y otros negocios. La moto no sólo es su herramienta de trabajo, sino también el único medio de transporte para él y su familia. Reconoce que sube a su esposa e hijos pequeños, pero de lo contrario no le alcanzaría para pagar los camiones que necesitarían para salir diariamente de Tlajomulco.En 2022, según el último estudio del INEGI, hay en Jalisco 4.3 millones de vehículos, de los cuales 16% son motociclistas. El parque vehicular de Jalisco crece a un ritmo de 5.2% cada año, pero particularmente el de las motos crece al doble de velocidad, 12.7% anual, es decir, va al doble de rapidez que el resto de las unidades.El aumento de ofertas laborales para el reparto de bienes, los costos de los combustibles, el deficiente transporte público en algunas zonas de la ciudad y la facilidad para adquirir motocicletas son algunos de los elementos que han provocado el aumento de ventas de estas unidades. Génesis Hernández, coordinadora del Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte, reconoce la importancia de que las autoridades tengan un mayor registro de las motocicletas que se venden y circulan en las calles.“Creo que identificar cómo va el aumento del padrón de este uso modal sería un área de oportunidad muy grande, porque el fenómeno avanza y creo que si tomamos estas precauciones, desde ahora que se presenta, nos ayudará a aplicar políticas públicas puntuales a futuro”, expresó la especialista.Señaló que la motocicleta se ha convertido en un medio de transporte por excelencia en las periferias donde hay problemas con el transporte público. “La infraestructura para la movilidad sustentable siempre debe ser prioridad. Justamente cuando tocamos temas que tienen relevancia en la periferia está el servicio de transporte público: el que existe no cumple con derroteros, no hay suficientes unidades, van abarrotadas, con eso también aumenta la inseguridad. En el tema de las periferias, nuestra área de oportunidad siempre será de más unidades de transporte público”. Voz del experto Roberto Ulises Estrada Meza, especialista en Movilidad Urbana, Transporte y Territorio por la UdeGEl doctor Roberto Ulises Estrada Meza, especialista en Movilidad Urbana, Transporte y Territorio por la Universidad de Guadalajara, explicó que la planificación urbana es importante.Comentó que Zapotlanejo, Guadalajara y Zapopan muestran altas tasas de vehículos por habitante, lo que sería indicativo de las tendencias de movilidad y posiblemente de la calidad de vida en estos municipios. “La pandemia alteró significativamente los patrones de movilidad y podría ser un factor en el aumento del parque vehicular. El temor al contagio en el transporte público puede haber incentivado la compra de vehículos privados. Además, los cambios hacia el teletrabajo pueden haber reconfigurado la necesidad de desplazamientos regulares, afectando tanto la demanda de nuevos vehículos como la congestión en las horas pico. Este fenómeno podría haber tenido impactos económicos secundarios, como el aumento en la venta de vehículos, lo cual, a su vez, afecta la economía del transporte. También abre preguntas sobre la durabilidad de estos cambios: ¿Son temporales o indicativos de una tendencia más permanente hacia la motorización?”, expresó el especialista.Finalmente recordó que, según datos del INEGI, 63.6% del parque vehicular de motos se encuentra en el Área Metropolitana de Guadalajara. CT