La impugnación de Morena y aliados contra los resultados de la elección de la alcaldía tapatía no tiene argumentos sólidos, afirma el académico Mauricio Merino, quien forma parte del Consejo del Acuerdo Nacional de Integridad Electoral 2023-2024 y quien lamenta que el Tribunal Electoral de la Federación aún no resuelva los juicios de la capital del Estado y del Gobierno de Jalisco.“Jalisco es el único caso donde la última instancia electoral ha dejado todo para después. Hay mucha incertidumbre y es muy delicado”, ya que las nuevas administraciones entran en funciones el 1 de octubre y el 6 de diciembre, respectivamente.Tras la elección del 2 de junio, el candidato José María Martínez y Morena impugnaron el triunfo de la emecista Verónica Delgadillo ante el Tribunal Electoral de Jalisco. Y como parte del juicio de inconformidad contra la elección, los magistrados confirmaron las tendencias de la votación y ampliaron levemente la ventaja de Verónica Delgadillo resultando a su favor 317 mil 062 votos (41.6%), mientras “Chema” Martínez contabilizó 295 mil 241 (38.7%).El Tribunal resolvió que los agravios denunciados por el candidato fueron “inoperantes, infundados e ineficaces”.Al respecto, el académico Merino indica: “Cuando uno revisa lo que se debatió en el Tribunal de Jalisco, uno encuentra que no hay evidencia (de anomalías), excepto de la conducta de Morena, que demoró los recuentos de votos en las casillas porque dejaron la elección local al final (se enfocaron en las elecciones federales)”.En el juicio, se señala que se perdió la cadena de custodia de la documentación electoral, pero el Tribunal determinó que “el agravio resulta infundado porque obra en autos del presente expediente las constancias de los acuses de recibo de los paquetes electorales por parte de los capacitadores electorales y luego la entrega de éstos al Consejo distrital correspondiente”. Merino acentúa: “Dicen que encontraron boletas que querían trasladar en bolsas de plástico… y (Morena y aliados) armaron un escándalo. Pero sucede que, como hay varias sedes distritales y municipales, la gente se equivoca, y eso pasa en todas las elecciones. Fui consejero electoral del IFE (ahora INE) hace muchos años, entonces todo el tiempo pasa eso. Llevan paquetes a la sede equivocada y, cuando eso sucede, el Consejo que las recibe se da cuenta del error, lo registra y resguarda los votos”, para luego llevarlos a la sede correspondiente.El Tribunal también desechó supuestas irregularidades en la etapa de clausura de las casillas, en donde se acusó que el Instituto operó la recolección y resguardo de paquetes electorales en conjunto con funcionarios del Gobierno estatal y del Ayuntamiento de Guadalajara para que los resultados de la elección nunca tuvieran claridad. “El agravio es inoperante”, determinaron los magistrados.Y se alegó que 93 casillas fueron computadas en “ceros”, debido a la supuesta desaparición de la documentación electoral, aunque el Tribunal determinó que tampoco hay irregularidades.Merino apunta que eso se corrigió con el recuento de votos.El juicio tapatío hoy se encuentra en la Sala Guadalajara del Tribunal federal y se prevé que se resuelva pronto. Después se tendrá la oportunidad de acudir a la última instancia: la Sala Superior de ese Tribunal.Sobre esa etapa final, Merino advierte que hay sentencias en donde se evidencia que los magistrados federales favorecen a personajes o candidatos ligados a Morena o el Gobierno federal. “Dejé de confiar en lo que hacen los magistrados de la Sala Superior, he visto cómo actúan con un sesgo político muy claro a favor del oficialismo: no se pronunciaron sobre actos anticipados de campaña y no se pronunciaron sobre los gastos, que es causa de nulidad de las candidaturas (cuando se exceden los topes)”. CT