La playa se cubrió de miedo. Entrar al mar está prohibido. Aquel horizonte azul solo puede contemplarse desde la incierta seguridad de la arena, desde las enramadas y las palapas donde las conversaciones se han ensombrecido con la autoridad del luto.Apenas hay turistas, unos cuantos gringos y canadienses desorientados, que en conversaciones extrañas señalan las olas. Sobre la arena hay un altar, unas cuantas flores, unas veladoras a las que el viento de sal apagó. Las banderas moradas sobre la costa dan la señal inequívoca de que adentrarse a las olas es una cuestión de vida o muerte. El pasado sábado 2 de diciembre, se registró un fatal ataque de tiburón en la playa de Melaque, del municipio costero de Cihuatlán, que cobró la vida de una joven de apenas 26 años de edad. Sucedió a menos de 20 metros de la playa, a la vista de todos, en un sábado familiar y despreocupado donde las únicas consecuencias que pueden esperarse son las quemaduras del sol sobre la piel, y que no obstante, pasará a la historia de Melaque como un mediodía trágico que no se olvidará nunca. María Fernanda Martínez Jiménez era una bióloga marina. Había egresado del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara en 2020, y era una madre joven. Una parte fundamental de su vida había sido en Melaque, con sus atardeceres de desconcierto, y sus aires de sal de costa vieja, indómita y anterior al tiempo. María Fernanda era una mujer de agua: amaba al mar con el corazón abierto. Aquel día fatídico del sábado 2 de diciembre del 2023, María Fernanda ingresó con su hijo al mar. Más allá de las olas, había una atracción acuática: un parque acuático conformado por diversos inflables, como brincolines flotantes, sobre el océano. Ni ella ni su hijo podían saber el peligro que los acechaba desde el agua, ni podían saber tampoco que apenas unas horas un pescador había atisbado algo inusual en el mar de Melaque: un tiburón. El hombre había alertado a las autoridades correspondientes de la presencia del escualo, pero no atendieron a su llamado. En todo caso, no hay mucho que el humano pueda hacer para anticiparse al mar. María Fernanda dio la vida por su hijo, de tan solo cinco años, que salió ileso. De acuerdo con testigos, María Fernanda había atisbado al tiburón, por lo que procedió a poner a su hijo a salvo, y lo colocó en uno de los inflables dispuestos a menos de 20 metros de la playa. Fue entonces cuando el animal la atacó. La agresión fue tan brutal, que María Fernanda perdió una de sus extremidades, y comenzó a sofocarse en el espanto del agua. Nada pudieron hacer para salvarla. Diversas personas lograron sacarla del agua, donde quedó tendida en la arena aferrada de un hilo al existir, pero ya era demasiado tarde. La joven, de 26 años, falleció poco después a causa de las heridas. En el lugar donde su cuerpo yació sobre la arena, hay un altar en su memoria, que encara el océano donde no bastó más que un instante para que la vida cambiara para siempre. Nunca había ocurrido nada similar en Melaque, donde la población se encuentra consternada. La playa se vive enrarecida, con un temor inusitado a lo que esconde el mar bajo sus olas. Históricamente, sería el primer ataque fatal de un tiburón. No hay registros oficiales similares en casi cinco siglos, desde que los españoles desorientados llegaron a estas costas un 25 de diciembre de 1541.Protección Civil Jalisco, de modo preventivo, estableció bandera morada desde la franja costera que va desde Barra de Navidad hasta Melaque, prohibiendo todo tipo de actividad acuática ante la presencia de "fauna marina peligrosa". Ya hay cuadrillas de la Marina, que han arrojado redes sobre la franja costera para poder localizar al animal. En entrevista con medios de comunicación, el padre de María Fernanda conversó sobre su hija. "Marifer amaba estar en el mar. Hizo la carrera de bióloga marina... desarrollaba su vida en el mar, era una activista por el mar y la defensa de los animales. Ella entregaba su vida por el mar", dijo, desde la casa funeraria en la que la joven está siendo velada por sus seres queridos. La Universidad de Guadalajara, en concreto el Centro Universitario de la Costa Sur, emitió un comunicado oficial donde lamentan el trágico fallecimiento de la joven. "El Centro Universitario de la Costa Sur se une a la pena que embarga a las familias Martínez Jiménez y Ariana Martínez, así como a la comunidad de Biología Marina por el sensible fallecimiento de María Fernanda Martínez Jiménez, egresada de la carrera de Biología Marina, compañera y amiga", se lee según lo compartido en redes sociales.María Fernanda fue velada en Guadalajara, rodeada de sus familiares. Sus restos mortales serán trasladados a Melaque, como ella había dispuesto, para estar de regreso al mar que tanto amó. FS