Viernes, 22 de Noviembre 2024

El regreso a la naturaleza

Expertos explican los beneficios a nivel físico y mental que proporciona convivir en espacios verdes

Por: El Informador

Avaterra Natural Living es una muestra de que vivir rodeado de la naturaleza permite mejorar el estado de ánimo. ESPECIAL

Avaterra Natural Living es una muestra de que vivir rodeado de la naturaleza permite mejorar el estado de ánimo. ESPECIAL

Al estar inmersos en la rutina de la vida diaria, en ocasiones perdemos de vista salir a caminar o simplemente disfrutar de las áreas verdes que nos rodean; sin duda, convivir con la naturaleza es clave para el desarrollo de toda persona, desde el nivel emocional, anímico e incluso de la salud.

“Es necesario que nos ubiquemos en el espacio natural del cual nos hemos separado, precisamente por privilegiar los espacios urbanos que nos hacen estar lejos de ella. Hemos optado por aislarnos de la naturaleza y tenemos que ser conscientes de esto, pues incluso llegamos a ver a la naturaleza como el enemigo a proteger: nos protegemos de la lluvia, del Sol, del viento, del calor, pero esto es lo que ha abonado a que nos aislemos del contacto con ella”, explicó María Guadalupe Covarrubias, directora del Centro de Atención Psicológica Integral para el Bienestar del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).

Añadió que todas las personas somos parte de la misma naturaleza, y está ella para nutrirnos, no sólo a través de las plantas o frutos de los cuales nos alimentamos, sino, además, por ejemplo, del oxígeno que brindan los árboles o las vitaminas que genera el Sol, creando un bienestar “debido a que somos seres naturales”.

“A su vez, respirar aire limpio y fresco no sólo tiene beneficios para respirar mejor, sino que además la oxigenación nos permite pensar de manera más clara y precisa, y nos brinda un bienestar producido de manera natural. A partir de que nosotros percibimos con nuestros sentidos, el olfato, la vista, el tacto, el oído, hay cambios bioquímicos en nuestro interior que se convierten en bienestar”, explica la especialista en psicología clínica.

 

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Agenda de la UNO

La agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas considera la naturaleza, la vida terrestre y los ecosistemas como parte fundamental para el Desarrollo Sostenible de las naciones, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. 

Para la ONU es de relevancia social que las personas vuelvan a reconectar con la naturaleza, restaurando las relaciones que tiene con ella la humanidad, sobre todo, luego de la pandemia ocasionada por el COVID-19,  que reconfiguró este enfoque de la agenda.

Conciencia

Para la especialista en psicología clínica, Guadalupe Covarrubias, es necesario que las personas tomemos conciencia del entorno en el que nos encontramos para valorar nuevamente regresar a tener contacto con la naturaleza.

Explicó que podemos comenzar disfrutando de las áreas verdes que se tienen cerca, sumarse a la plantación de árboles, sumar plantas de ornato o alimenticias y/o tener una mascota si el espacio y la situación lo permiten, con el objetivo de generar un vínculo con ellos.

También se recomienda salir a caminar, correr o hacer alguna clase de ejercicio en espacios abiertos donde se goce del entorno, “para que se empiece a generar ese bienestar desde el interior”.

“El ejercicio conocido de ir a abrazar un árbol es un contacto tan sutil, que incluso si comienza a hacerse como una broma o un juego, en el momento que se lleva a cabo te pones en coexistencia con el árbol. No es un agente extraño, no es ir a abrazar un poste, es abrazar un ser vivo como tú; como ser vivo tiene una salvia que circula, una vida que corre en su interior, y uno se pone en contacto con esa otra vida. Aunque se llegue a pensar como una cuestión esotérica, somos seres naturales”, instó Covarrubias de la Torre.

Plantar un árbol ayuda a que la gente genere un vínculo con la naturaleza. ESPECIAL

Ecosistema 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer el estudio “Ecosistemas y bienestar humano”, el cual refiere que muchos de los aspectos de la vida humana pueden verse relacionados directamente con el contacto entre el medio ambiente y sus ecosistemas, como el ámbito psicológico y su comportamiento social, que al encontrarse en buenos estándares inciden directamente en su salud física y emocional.

El bienestar de estar en contacto con el medio ambiente sano, señala el estudio de la OMS, se relaciona con la obtención de beneficios directos como aire fresco o un clima mejor regulado.

Es así que el bienestar obtenido de estos espacios, indica el documento, además se relaciona con la sensación de libertad y toma de decisiones, lo cual también es señalado por la doctora María Guadalupe Covarrubias, especialista en Psicología Clínica, quien comenta que una vez en contacto con la naturaleza y logrando la coexistencia con ella, se actúa en beneficio mutuo.

De acuerdo con estadísticas de la OMS y la Agencia de Protección de Estados Unidos, actualmente las personas pasan el 90% de su tiempo en lugares interiores, ya sea en actividades laborales o en sus tareas personales diarias.

Richard Louv, escritor estadounidense, describe en su libro “Last Child in the Woods” (“El último niño en el bosque”) la falta de este contacto con la naturaleza como el “Trastorno por Déficit de Naturaleza”; explica que éste ocurre cuando se genera una desconexión prolongada entre las personas y la naturaleza, lo que puede provocar “una disminución del uso de los sentidos, problemas de atención y enfermedades físicas y emocionales”.

El estudio “Ecosistemas y bienestar humano” también propone que la naturaleza y sus ecosistemas deben ser disfrutados de manera tangible por las personas, pues brinda beneficios “no materiales” que se traducen en cuestiones de salud, inspiración, apreciación estética y sentido de pertenencia.

Al respecto la doctora María Guadalupe Covarrubias señala que, al volver a estar en contacto con la naturaleza, como personas regresamos a nuestro estado primario y natural, donde los árboles, las plantas y los terrenos nos devuelven el contacto con la tierra: “Caminar en los parques o áreas verdes que tenemos, por ejemplo, en la ciudad, nos permite tener una mejor oxigenación. Estar en contacto con el trinar de las aves nos acelera zonas de nuestro cerebro que buscan la relajación por ser sonidos que no son agresivos a nuestros sentidos, y en términos generales nos volvemos seres sensibles, de nuevo”, explica.

“Existe la hipótesis de que estimular el contacto con el rico y variado entorno de la naturaleza, puede beneficiar la salud física y mental. Hay evidencia de que esto ayuda en la prevención y tratamiento de la depresión, la adicción a las drogas o la convalecencia de alguna enfermedad o cirugía. Los beneficios de estar en contacto con la naturaleza no sólo son por el contacto táctil, sino que además hay evidencia de que también pueden obtenerse del contacto visual con ella”, indica el estudio.

Por ejemplo, Avaterra Natural Living garantiza un contacto muy personal con la fauna que existe en el bosque de La Primavera debido a que se ha cumplido con las indicaciones del estudio de impacto ambiental. Incluye la instalación de piedras de sal, bebederos para aves, un programa de manejo de mascotas, así como iluminación en el área de transición del desarrollo y el área natural protegida.

La especialista en psicología clínica certifica que este contacto natural se refleja en el estado de ánimo de las personas.

“Simplemente contemplar la naturaleza nos causa un éxtasis que incluso queremos llevarlo en fotografías a las redes sociales para que las demás personas sientan la misma emoción”, señaló.

Por todo ello, dijo Covarrubias de la Torre, es necesario que las personas generen un nuevo vínculo con la naturaleza y se apropien de ella, que regresen a los espacios existentes en la ciudad donde puedan disfrutarla.

Estar en contacto con la naturaleza ayuda a mejorar la apreciación estética. En Avaterra Natural Living existen zonas para disfrutar del bosque. ESPECIAL


Sentidos

Aunque pareciera que la naturaleza sólo podría incidir en el hecho de ayudarnos a respirar aire limpio y fresco, existen diversos estudios que amplían esta visión al bienestar general.

De acuerdo con el estudio “Los beneficios cognitivos de interactuar con la naturaleza”, liderado por el investigador de la Universidad de Chicago, Marc G. Berman, interactuar con la naturaleza mejora el funcionamiento cognitivo de las personas gracias a los estímulos que ésta aporta para los sentidos, y con ello mejorar también el rendimiento del cerebro.

Por su parte el estudio “Efectos restauradores de las experiencias en el entorno natural”, de los autores Terry Hartig y Gary Evans, señala que la naturaleza brinda efectos restauradores a las personas que se mantienen inmersas en entornos urbanos.

Por otra parte, hay un estudio que dio a conocer que permanecer en contacto con la naturaleza puede influir a mejorar la vista.

La revista científica de la Academia Americana de Oftalmología “Ophthalmology”,  en 2013, que señaló que las niñas y niños que están en contacto con la naturaleza pueden generar un efecto protector que disminuye el riesgo de desarrollar miopía.

El estudio se basó en analizar a 500 niñas y niños entre siete y 12 años, de dos escuelas distintas de Taiwán. En el primero se pedía a las escuelas que los menores tuvieran su recreo al aire libre, mientras que en el segundo se desarrollara en espacios cerrados.

Después de un año la aparición de miopía en los menores que tuvieron su recreo al aire libre fue menor que aquellos que estuvieron en entornos cerrados.

Por otra parte, se encuentra el estudio de Yoshifumi Miyazaki, académico de la Universidad Nacional de Chiba, en Japón, que descubrió que las personas que pasaban al menos dos noches en el bosque presentaban disminuciones de hasta 12.4% en los niveles de cortisol, la hormona del estrés; 1.4% menos de presión arterial, y 5.8% menos de la frecuencia cardiaca, lo cual “demuestra que los estados estresantes pueden aliviarse con la terapia de bosque”.

“Debido a que ya hemos pasado más del 99% de nuestra historia evolutiva en entornos naturales, se cree que somos esencialmente adaptables a ella. Sin embargo, vivimos en una sociedad caracterizada por la urbanización y la artificialidad, a pesar de que nuestras funciones fisiológicas siguen estando adaptadas a la naturaleza”, indica el resumen de la investigación.

Estudios indican que los niños que juegan al aire libre tienen menos problemas de miopía. Avaterra Natural Living cuenta con diferentes áreas de entretenimiento para los menores. ESPECIAL

CT 

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