Policías y pepenadores de Matatlán y Laureles se enfrentaron ayer en el Centro tapatío. La riña dejó 60 detenidos y siete heridos.Las autoridades aplicaron un procedimiento especial en el caso de siete menores que participaron en los hechos. Se llamó a sus padres o tutores y al DIF para que hiciera una evaluación.La Policía estatal reportó que los recolectores, que el jueves pasado tiraron basura frente a la puerta de ingreso del Palacio de Gobierno, la Plaza de Armas y los cruces de Ramón Corona y Avenida Juárez, obstruyeron la vialidad y se mostraron violentos ante los agentes.Araceli Batres, titular del Sindicato de Pepenadores del Estado de Jalisco, que busca la reapertura de Laureles o la puesta en marcha de un nuevo relleno sanitario, afirmó que los uniformados agredieron a mujeres y niños.“Las autoridades apostaron a que no íbamos a resistir. Aquí vamos a estar día y noche y no nos vamos a mover a pesar de las intimidaciones. Nosotros no merecemos un trato así, nuestra manifestación siempre ha sido pacífica”, dijo.“Tengo 31 años trabajando en Matatlán, recogiendo toda la basura que la gente no quiere, y con esto que pasó nos están tratando peor que delincuentes. Nadie nos pregunta cómo estamos, hay familias que no le pueden comprar pañales ni leche a sus bebés, tenemos ganas de trabajar y no andar mendigando en las calles. Por eso nuestra lucha sigue y aquí seguiremos hasta que se nos dé una solución”, comentó María Sánchez.Tras esta situación, el Gobierno estatal respondió que los policías actuaron con irrestricto apego a los derechos humanos.“Se reafirma el respeto al derecho de la libre manifestación de todas y todos los jaliscienses, privilegiando el diálogo respetuoso y ordenado, sobre cualquier expresión que genere violencia”.