Dos policías investigadores de la Fiscalía estatal murieron en un atentado registrado afuera de sus respectivos domicilios y prácticamente a la misma hora. Una tercera funcionaria logró evadir un ataque en su contra.La agresión coordinada desató un enfrentamiento que sacudió durante horas a habitantes del Fraccionamiento Jardines del Edén, en Tlajomulco de Zúñiga.La Fiscalía capturó a tres personas, quienes se encuentran en calidad de presentadas. Además, se reportó que dos presuntos agresores fueron abatidos.El fiscal estatal, Gerardo Octavio Solís, explicó que el primer ataque ocurrió en la Colonia Lomas del Auditorio, en Zapopan. La coordinadora de Puestos de Socorro fue la víctima, aunque resultó ilesa, pero su esposo sí fue lesionado.Después sucedió la agresión en Jardines del Edén, donde se desató la balacera que, luego de dos horas, dejó a los dos atacantes fallecidos y tres detenidos. Los agentes que acudían a auxiliar a su compañero fueron agredidos desde una vivienda.En el Fraccionamiento Villas de San Martín, cercano al anterior, otro policía investigador, adscrito al área de Homicidios, fue asesinado a balazos.Octavio Solís relacionó los ataques simultáneos con una respuesta del crimen organizado a la labor de la Fiscalía, que “lastima” sus intereses. “Bajo ninguna circunstancia vamos a ceder”, expresó.Además de los tres detenidos y dos agresores fallecidos, el fiscal del Estado informó que se logró decomisar 10 armas largas, otras 10 cortas y dos granadas que fueron lanzadas a los agentes, las cuales no estallaron. Dijo también que otros dos policías resultaron heridos por las balas y al menos otros tres por las esquirlas.Lo que ayer sintió doña María González no lo había experimentado nunca en su vida. Y menos porque estaba en un lugar que creía seguro: su casa, que además está en un fraccionamiento con seguridad privada: Jardines del Edén, en Tlajomulco de Zúñiga.Por más de dos horas estuvo encerrada en su hogar mientras en la calle se desarrollaba una balacera entre policías y criminales, quienes hasta granadazos arrojaron a las autoridades.“La gente nomás sale y se mete por esta puerta, como vecindad. Es feo que eso ocurra en los cotos porque, a la hora que se agarran a balazos, ¿para dónde le corres? Qué horrible, qué horror. Incluso se oían pasos en la azotea, los cristales nomás tronaban, ¿era eso la Revolución o qué? Qué tristeza”.Poco después de las 08:00 horas, personas armadas dispararon contra la casa de un policía investigador que vivía en el fraccionamiento y lo mataron. También lesionaron a su hijo. Una hora después, policías peinaban la zona cuando encontraron una casa de seguridad con gente armada dentro. Allí comenzó la balacera. “Venía saliendo al trabajo y nomás se escucharon detonaciones y los policías nos regresaron. Prendí la televisión para ver lo que estaba sucediendo. Fue una situación bastante grave, también uno viene a preguntarse ¿con quién vivimos?”, contó Ricardo.A Cristian lo agarraron los disparos cuando salió a la tienda y se resguardó en la casa de una vecina. Recuerda que el sonido de las ráfagas se mezclaba entre las órdenes de los comandantes y el ulular de las decenas de patrullas que llegaban a prestar apoyo a sus compañeros.Desde el jueves, él vio una camioneta en la zona con unas 10 personas sospechosas a bordo. “Pero casi nadie de aquí se mete con nadie”.En la calle, las patrullas se apilaban en doble y triple fila sobre la Avenida Javier Mina. Los escuadrones oficiales se acercaban sigilosos hacia el ingreso del fraccionamiento y, tras obtener las órdenes, ingresaban por oleadas. Los oficiales disparaban hacia donde estaban parapetados los criminales y en ocasiones con falta de coordinación. Incluso, vía radio, las autoridades pidieron a las policías municipales cesar el fuego para que no lesionaran a los investigadores que estaban en la azotea.“La casa de mi prima está toda balaceada. Estaba hablando con ella cuando se escucharon los balazos”, contó Adriana. “Estaba por venirme a vivir para acá pero no, ya no está uno seguro en ningún lado”.Hacia las 10:00 horas ya había más de 100 patrullas y cientos de elementos de todas las corporaciones municipales, de la Fiscalía, la Policía del Estado y del Ejército, que contaban con apoyo de un helicóptero. El Black Hawk llegó hasta el final.Los disparos continuaron. Tomasa Contreras estaba adentro de su casa, escondida debajo de las escaleras. “Ya no hallaba ni qué hacer. Un montón de señores balaceó la casa de aquí de la esquina”.Poco antes de las 11:00 horas parecían haber terminado las acciones cuando se escuchó una detonación de granada que fue arrojada hacia los oficiales. Minutos después se escuchó otra y un oficial fue lesionado.“¿En un coto encerrado a quién ves? Eso está mal. Y (sólo hay) una entrada. Ya no hagan sus cotos porque sí nos matan. ¿Para dónde corres? Una barda para acá, otra para allá, y uno que vive solo, ¿qué hace?”, lamentó la señora María González.Tras los atentados que han cobrado la vida a 14 elementos de Policía en la Entidad en lo que va del año, Marcos Vargas, encargado de despacho de la Agencia Metropolitana de Seguridad (AMS), reconoció que la Policía municipal no tiene la capacidad de atacar delitos de alto impacto, pues muchas veces quienes los cometen cuentan con más recursos económicos.“Son hechos condenables (los homicidios), pero ya hemos señalado que ellos (los policías) son para la prevención de violencia, proximidad social y generación de inteligencia que lleven a otras corporaciones o grupos que operen en el campo en delitos de alto impacto, de grupos delincuenciales. No para combatirlos”.Agregó que, para asegurar que sólo se dediquen a estas labores, se trabaja en la creación de la Política del Régimen de Protección Policial, con la que buscan hallar esquemas que les permitan una mayor seguridad física y laboral a los elementos.La política impulsará crear grupos que se dediquen a los delitos de alto impacto y que tengan ciertas características operativas y administrativas para un combate más efectivo.“Viene una reestructuración interna para la conformación de la Policía Metropolitana. Presentaremos un estudio para conformar un buen modelo integral de seguridad. Para esto estamos estudiando a los elementos de Londres, Buenos Aires, Ecuador y Colombia”, finalizó.Además del asesinato de los elementos de la Fiscalía y del hallazgo de varios bultos con restos humanos en Tlaquepaque, otras cuatro personas fueron asesinadas durante la jornada.El primer hecho ocurrió en Santa Cruz del Valle. Alrededor de las 05:00 horas, policías de Tlajomulco encontraron el cuerpo de un hombre sobre el Camino a Las Ánimas, al cruce con la carretera a El Zapote. La víctima tenía un pañuelo enredado en el cuello.En Guadalajara, casi de manera simultánea, se encontró el cuerpo de una persona afuera de un domicilio de la Colonia Lomas del Paraíso. Presentaba varios golpes y heridas de arma blanca.En el mismo municipio, ya por la tarde, se encontró en un baldío de la Colonia Loma Linda el cuerpo de un hombre de entre 25 y 30 años con un disparo en la cabeza. Tenía al menos seis horas en el sitio.Por la noche, otro hombre fue asesinado a balazos sobre la Avenida López Mateos, a la altura del Fraccionamiento Bugambilias. De acuerdo con la Policía de Zapopan, la víctima recibió varios impactos en cabeza y pecho. El fallecido iba a bordo de un vehículo que, tras al ataque, quedó sobre el camellón. Los agresores huyeron una camioneta Jeep hacia Tlajomulco.Los primeros seis meses de la nueva administración estatal han sido marcados por escenarios de violencia complicados. Estos son algunos de ellos.