La primera marcha por el orgullo fue una protesta, en agosto de 1982. Hoy es un orgullo y Martín Lira, de 56 años, ha estado en todas. Hoy acudió a la marcha de la comunidad LGBTTTIQ en Guadalajara.Vestido de overol de short, playera rosa, tenis de colores y aretes de aros con los colores de la bandera gay a juego con su sombrilla, Martín, quien también es maestro de preparatoria, destacó los cambios que ha habido a través de los años."Ahorita ya es un 'pride', un festival, seguimos luchando por los derechos, por supuesto, más que nada por los desaparecidos, pero es muy diferente a la primera, con más libertad. En la primera éramos unas 20 personas, hoy somos miles", compartió.Detalló que esta marcha se realiza más por las familias, mientras que la próxima marcha del 11 de junio será por las personas LGBTTTIQ que son adultos mayores."A mí me han tocado muchas situaciones de discriminación y odio. No acabaría. Desde abusos, robos, bullying, desde los 80-90 que era muy fuerte. Recuerdo mucho los abusos de la policía que, en lugar de cuidarnos, hasta volaban a amigos y amigas, nos golpeaban", dijo.Aunque afirmó que las cosas ya han mejorado, pues se evidencia más respeto, aún faltan derechos por reconocerles."Ha habido más aceptación. Soy maestro y ya los temas de sexualidad son diferentes. Ya lo puedes hablar, la sociedad lo acepta más, ya estamos rompiendo estigmas. La generción de los 80-90 rompió esa situación generacional en cuanto al miedo al sexo, a expresarte, a muchas cosas desde forma de vestir, actuar y ser", resaltó.Añadió que hay mucha diferencia, pues ahora hay educación, aceptación y apoyo del gobierno. "Falta ahora cultura interior de la misma comunidad porque como ya es más fácil, es tanto que no lo asimilan. Tienen que conocer mejor la historia", finalizó.