Como testigo a la distancia, Guadalajara vivió diversas guerras mundiales del siglo XX, en una época donde las noticias tardaban en llegar, pero fluía la información desde el otro lado del Océano Atlántico. Como protagonista, la ciudad también lidió con las afectaciones generadas en los tiempos de guerra, con epidemias como la influenza española y hasta la falta de combustible.Además, la ciudad y Jalisco tuvieron sus propios conflictos: la región fue estratégica en las movilizaciones armadas que surgieron en 1926, tras los cambios hechos por el presidente Plutarco Elías Calles a la Ley de Cultos. Con una tradición católica arraigada en el tuétano de la sociedad, el cierre de escuelas y templos escandalizó y llevó a la mayoría de la población a apoyar el movimiento insurgente en contra del Gobierno federal y, en muchos casos, a tomar las armas.Para la década de los setenta, cuando el país y Jalisco aspiraban a la modernidad, surgieron movimientos en respuesta a las medidas represivas aplicadas a quienes no estaban de acuerdo con el sistema.La llamada Guerra Sucia tuvo repercusión importante en Guadalajara y se vivieron hechos como asaltos bancarios, bombazos, secuestros, asesinatos, represión y tortura. Fueron años agitados que también formaron parte del cambio y quedaron registrados.Este artículo forma parte de la edición conmemorativa de los 100 Años de EL INFORMADOR. El resto de los contenidos especiales están disponibles en ESTE ESPACIO y también puedes consultar la versión hojeable digital PULSA AQUÍ.
