La altura del agua del arroyo “El Seco”, que se metió a la casa de Ana Rosa, le llegaba al pecho. Ella mide alrededor de 1.60 de altura.El desbordamiento del arroyo causó que Ana Rosa y su familia, conformada por sus cuatro hijos, su esposo, su hermana y tres sobrinos, se quedaran sin casa, en la avenida principal de la colonia Miramar.Escombro, basura y lodo destruyeron el lugar que fue su hogar por 29 años, desde que llegaron de Acapulco, y que tuvo que cambiar por un albergue, pues aún tenía agua y lodo dentro que llegaba arriba de sus tobillos. Fue una de las 275 casas afectadas por las lluvias del fin de semana.“Nunca se había visto una cosa así, que yo me acuerde, en 29 años”, expresó Ana Rosa, quien es costurera y vivía en Prolongación Guadalupe.Ni el hecho de que estuviera en la parte alta de la vialidad la salvó de que perdiera sus cosas. “Prácticamente perdimos todo. Rescataron lo que pudieron, porque el agua subió muy rápido. Nada más subieron el refrigerador a la barrita, pero todo estaba nadando: los trastes, lo poquito que tenía de despensa, nuestra ropa. Cuando yo estaba adentro me llegaba al pecho. Estaba muy feo”, dijo.Gabriela de Obaldía, alcaldesa interina, le señaló que habrá apoyos para los daños ocasionados por la tormenta a la casa, así como para recuperar sus electrodomésticos y muebles, además de alimentos calientes y refugio.“Esperamos que de verdad nos ayuden. Somos mucha gente afectada. Fue algo repentino y (quedamos) con el miedo de que vuelva a llover y otra vez se vuelva a llenar y vuelva a pasar lo mismo”, compartió entre lágrimas.Pablo Lemus, alcalde con licencia de Zapopan, le aseguró que el lugar quedaría limpio a más tardar este martes.GC