Luego del paso de la Tuneladora, máquina encargada de abrir la tierra para hacer paso a la Línea 3 del Tren Ligero, los pilares que conforman las bases de las dos torres de la Catedral de Guadalajara fueron reforzadas para evitar que éstas caigan.El secretario de la Fundación Paseo Fray Antonio Alcalde, Tomás de Híjar, explicó que lo anterior fue una medida tomada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en 2018, con la finalidad de reforzar la estructura que presentó daños tras los trabajos de construcción de la nueva línea del Tren Ligero.“Afortunadamente la SCT sí tuvo buen cuidado en la primera parte de su intervención de llevar un registro y un monitoreo día a día en torno a las vibraciones de la Catedral, y sí se colocaron protecciones en las pilastras del primer cuerpo de sus torres, pero que no son una garantía o un remedio, sino solamente una medida preventiva”, dijo.De Híjar recordó que esta puede ser considerada como la estructura más vieja edificada en el Occidente de México, al ser construida entre los años 1571 y 1618.“En una zona sísmica como es la del Valle de Atemajac, tanto así que sus torres se han caído en tres ocasiones. Estas son las cuartas torres, y si uno las ve desde su primer cuerpo pues nota que la composición de la mamposta, a base de tezontle en relación a los sillares de tierra porosa, pues fue una estrategia que buscaron para aligerar el peso de la Catedral y que Manuel Gómez Ibarra, quien diseñó las últimas torres en 1850, eligió una pirámide para rematarlas”, detalló.El secretario también alertó sobre la situación en la cual se encuentra la Catedral al encontrarse “sobre una península”, pues el área que se encuentra alrededor de donde está construida tiene varios “huecos” subterráneos que le restan estabilidad: el túnel de la Línea 3 del Tren Ligero y su estación Guadalajara Centro, la Plaza Guadalajara, y el estacionamiento de la Plaza Liberación.“La Catedral sólo tiene el soporte del Sagrario Metropolitano y la Plaza de Armas como estribo, en los demás hay vacío. Tenemos que tomar providencias”, dijo.Pese a los monitoreos ya mencionados, el secretario señaló que todavía hay grietas al interior que no han sido subsanadas, y que ya llegaron hasta el área que se une con el Sagrario Metropolitano, sin que hasta el momento se hayan entregado los dictámenes que hablen sobre el estado actual del inmueble y sus riesgos de utilización.Por ello, Tomás de Híjar insistió a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que éstos sean entre los que se entreguen a la brevedad para conocer los alcances que tuvieron las obras de la Línea 3 y conocer así las medidas que deberán tomarse en al menos 19 fincas (entre las cuales se encuentran el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y el Edificio Plaza) y más de 40 viviendas, que hasta la fecha presentan estragos causados por las vibraciones producidas durante la construcción de la L3.Si te interesó esta noticia y quieres saber más, entonces descarga y descubre INFORMAPlus, la aplicación digital de EL INFORMADOR, en donde tenemos contenidos exclusivos, seleccionados por nuestros editores, para darles una experiencia más completa a los lectores.Descarga la aplicación y pruébala GRATIS por treinta días.Para iOS: https://apple.co/35jaVgbPara Android: https://bit.ly/3gwVSEVJM
