La nueva administración del Gobierno de Guadalajara, que inicia el 1 de octubre, busca un ahorro 300 millones de pesos (MDP) anuales mediante la reducción de burocracia y de plazas supernumerarias.Sin afectar las funciones sustantivas, Pablo Lemus, alcalde electo, pretende disminuir esos puestos de tres mil 300 a dos mil.Entre los principales cambios en el organigrama se plantea la creación de la Superintendencia del Centro Histórico, que se encargará de atender temas de servicios, promoción y repoblamiento, entre otros.“Tiene por objeto promover el desarrollo urbano, económico y social, así como la mejora del medio ambiente, del espacio público, el orden, la seguridad y el incentivo a las actividades comerciales, culturales y deportivas dentro del Polígono de Intervención Urbana Especial Centro Histórico”, señala el proyecto que se prevé sea votado por el Cabildo en la próxima sesión ordinaria.Esa área sustituirá a la Gerencia Municipal en el primer cuadro tapatío. El resto de plazas de la Gerencia desaparecerán y las atribuciones regresarán a la Dirección de Participación Ciudadana.Se busca darle un nuevo impulso al Centro con un programa constante de actividades culturales y recreativas; también se priorizará el acompañamiento a los negocios.“El Paseo Fray Antonio Alcalde no será un lugar para cervecerías, alitas y micheladas. Queremos que lleguen allí galerías, restaurantes, centros culturales”, dijo Lemus.Otra área nueva será la Coordinación de Proyectos Estratégicos, de la cual dependerá el Consejo Social de Cooperación para el Desarrollo Urbano. Entre sus proyectos está la apertura de una oficina de pasaportes y licencias en el subterráneo de Plaza Guadalajara para reactivar este punto comercial.Este Gobierno contará con siete coordinaciones generales: Gestión Integral de la Ciudad, Administración e Innovación, Servicios Públicos, Desarrollo Económico, Combate a la Desigualdad, Construcción de Comunidad y Análisis Estratégico y Comunicación.Lemus presentará mañana al Gabinete que lo acompañará en su administración.Con la creación de la Superintendencia del Centro Histórico, Pablo Lemus Navarro, presidente electo de Guadalajara que comienza funciones el 1 de octubre, busca evitar la burocracia y generar un ahorro anual de más de 300 millones de pesos (MDP).El objetivo principal de esa área es el de reducir las plazas supernumerarias y de confianza de tres mil 300 a dos mil, según explicó el próximo Gobierno.Además, se encargará directamente de atender temas de servicio, promoción económica, repoblamiento y actividades recreativas y culturales en el primer cuadro de la ciudad.Este medio publicó el julio de este año que Guadalajara perdió por primera vez en la historia su sitio de honor como el municipio con mayor número de habitantes del Estado, de acuerdo con los resultados del Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).Actualmente Guadalajara cuenta con un millón 385 mil 629 habitantes. En cambio Zapopan superó a la capital jalisciense, ya que tenía -hasta el 15 de marzo de 2020- una población de un millón 476 mil 491 habitantes, con lo que se convirtió en el municipio más poblado de la Entidad.Sobre la Superintendencia, se explicó que sustituirá la Gerencia Municipal en el ámbito del centro tapatío y el resto de las plazas de la gerencia desaparecerán y sus atribuciones regresarán a la Dirección de Participación Ciudadana.La próxima gestión pretende fortalecer la Consejería Jurídica de la Presidencia Municipal, para que desde allí se atiendan asuntos jurídicos que competan al alcalde.También se informó que se incrementará la supervisión de áreas como Inspección y Vigilancia, que es la encargada, por ejemplo, de poner orden en el tema del ambulantaje en el Centro Histórico, el cual se encuentra regulado en los reglamentos del municipio.Otro de los puntos que quiere reactivar Pablo Lemus es Plaza Guadalajara, donde instalarán una oficina de pasaportes y licencias de conducir con el fin de generar flujo de visitantes para “darle alternativas de sustento a los comerciantes de ese espacio del Centro histórico”.Otra iniciativa del siguiente Gobierno de Guadalajara que entrará en funciones el próximo viernes es la transferencia de derechos de desarrollo urbano para rehabilitar y mejorar edificaciones en las zonas que fueron afectadas por la construcción de la Línea 3 (L3) del Tren Ligero.Con ella se pretende que se puedan vender los derechos a desarrolladores que buscan más altura para sus proyectos en los corredores de movilidad aledaños a este nuevo derrotero del transporte masivo que pasa por el Centro de la ciudad.El Templo de San Francisco, uno de los principales afectados por las obras de la Línea 3, podría estar entre los predios beneficiados con este nuevo esquema de transferencias, informó la próxima administración. Se detalló que también las edificaciones que están cercanas a las líneas del Tren Ligero 1 y 2 podrán entrar a la transferencia de derechos.Algunos otros inmuebles con daños por los trabajos de esa obra son la Catedral de Guadalajara y el Santuario, así como el Museo del Periodismo, el albergue Fray Antonio Alcalde y la Plaza de la Tecnología.Los propietarios de otras fincas aledañas se vieron afectados por grietas y hundimientos en sus hogares. ¿Quieres saber más?Si quieres tener más contenido, más imágenes y aún más noticias, entonces descarga INFORMAPlus, la aplicación digital de EL INFORMADOR, donde tenemos materiales exclusivos para tí.Descarga la aplicación y pruébala GRATIS por treinta días.Si eres suscriptor de EL INFORMADOR tu acceso está incluido, solicítalo al 33 3678-7777.Para iOS: https://apple.co/35jaVgbPara Android: https://bit.ly/3gwVSEVMQ
