Por atropellamiento o asesinados murieron la mayoría de las personas que permanecen sin identificar y sin ser reclamadas en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF). Datos estadísticos revelan que 46% de los mil 077 cuerpos “no nombre” tuvieron una muerte violenta.De 2012 a la fecha, 497 fueron asesinados, atropellados o sufrieron de una “muerte violenta”, reportó el Servicio Médico Forense (Semefo).Una muerte violenta se trata de fallecimientos súbitos donde un agente exterior agrede repentinamente al individuo y le quita la vida ya sea de forma accidental o dolosa.El Protocolo de Identificación de Cadáveres del Semefo, en su introducción, explica que la delincuencia organizada ha propiciado un incremento de personas fallecidas de manera violenta.Además señala que la falta de cultura vial, el aumento en el número de autos y los distractores al conducir contribuyen a la incidencia de accidentes automovilísticos que culminan con la vida de las personas pese a las políticas implementadas por autoridades estatales para disminuir los incidentes y muertes.Mientras que las otras causas de fallecimiento más comunes, al hablar de personas no identificadas, son enfermedad (289), accidente (71), caída (60) y suicidio (12).Tan sólo hay 46 casos en los que se ignora la causa de muerte. En su mayoría se trata de cráneos, restos óseos y hasta extremidades. Eduardo Mota Fonseca, coordinador general técnico operativo de la Dirección del Semefo, precisó que hacer la identificación de los cuerpos no es un proceso sencillo, pero destacó que esa es la finalidad del Instituto de Ciencias Forenses.“Es mejor entregarles a la familia el cuerpo completo (de las víctimas) para que le den el destino final que ellos prefieran como lo marca el Código Nacional de Procedimientos Penales, la Ley General de Víctimas y el protocolo”.Hay huesos, cráneos y extremidadesNo sólo hay cuerpos sin identificar, también hay huesos, cráneos, extremidades y otros restos humanos sin reclamar y que han pasado por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF). Información proporcionada a través de transparencia da cuenta de al menos 19 casos.De ellos, 15 son restos óseos, dos cráneos, unas extremidades inferiores y superiores y unos restos humanos.Eduardo Mota Fonseca explicó que en el proceso para reconocer los restos óseos entran los antropólogos y radiólogos para identificar, por ejemplo, si trae algún tipo de metal como clavos.“Puede entrar también la reconstrucción craneofacial y el médico para aportar muchos datos físicos o biofísicos. El antropólogo nos dirá el sexo, el cronotanatodiagnóstico, la talla y qué características morfológicas presentaba el cuerpo”.“Se pueden ver fracturas antiguas o nuevas y varias características que ayudarán a hacer un filtrado que permitirá ayudar a identificarlos”.Estos también son derivados a las criptas en Tonalá donde esperan que las pesquisas del Ministerio Público puedan revelar quiénes son.CONSIDERAN NECESARIO UN SISTEMA NACIONAL CON BANCO DE DATOS GENÉTICOS Sin identificación, muertes quedan impunesDe los mil 077 cuerpos sin identificar en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), hay 23 de los cuales ni siquiera se sabe si son hombres o son mujeres y 46 de los que se desconoce hasta la causa de muerte.El Protocolo de Identificación de Cadáveres del Servicio Médico Forense (Semefo) explica que el no llegar a identificarlo acarrea una serie de problemas, entre ellos que no se ejerza acción penal sobre los responsables de su muerte y que ésta quede impune.Cuando arriba el cuerpo a la Semefo, se realizan dictámenes para lograr la identificación, como la necropsia médico legal y la filiación descriptiva, que permiten reconocer a un gran porcentaje de los cuerpos por características como su apariencia física, tatuajes, cicatrices o el estado médico.En dado caso de que esto no rinda resultados, se realizan dictámenes a las huellas dactilares, ficha odontológica o fotografía con fines identificativos. Para cuerpos que no son recientes, se puede realizar un perfil genético.“Si sigue sin ser reclamado o identificado el siguiente paso es darle su destino final en forma conjunta para hacer las inhumaciones correspondientes en criptas que están en el municipio de Tonalá. Son inhumaciones físicas, el cuerpo completo se encuentra ahí, está trazable y bien localizado para que cuando sea identificado el Ministerio Público haga una exhumación y lo entregue a la familia”.Fernando Espinoza de los Monteros, de la división de Estudios Jurídicos de la UdeG, consideró necesario establecer un sistema nacional de identificación con un banco de datos genético e imágenes de los cuerpos para acelerar su identificación pues en muchos casos se trata de personas oriundas de otros estados.PARA SABER Cuestionan situación del IJCFUn miembro de una asociación que prefirió omitir su identidad consideró que el IJCF tiene serios problemas económicos que le impiden realizar de forma adecuada las identificaciones.“Muy probablemente los cuerpos son de nuestros desaparecidos pero las condiciones en las que se encuentran no permiten que los podamos identificar”, afirmó.Causas de muerte más comunesRestos no identificados por año