Desde 1734, de manera consecutiva, la imagen de la Virgen de Zapopan visita las iglesias de la ciudad, durante el tiempo de aguas. Este recorrido ha generado a través de los siglos toda una serie de expresiones culturales, religiosas y profanas que hasta la fecha mantienen su vigor, constituyéndose en la única tradición virreinal que se conserva en la Zona Metropolitana de Guadalajara.La visita de la imagen de la Virgen de Zapopan es, como se dijera en el siglo XVII, ocasión de grandes fiestas que unen a las comunidades, a la vez que reaniman la vida de los barrios, pueblos y colonias tanto en el aspecto religioso como en el plano social.Es un hecho que la Romería ha adquirido una personalidad única, colmada de múltiples significados y sujeta a las más diversas lecturas.Destaca su increíble continuidad, el de la permanente convocatoria, la voluntad social de expresarse en esta fiesta a través de todas las formas, involucrando todas las posibilidades humanas, desarrollando todo tipo de acciones, solventando los costos, abriendo los caminos adecuados, modificando los calendarios, sobreponiéndose a todas las dificultades, siempre en un ambiente de singular espontaneidad. Pbro. Armando González EscotoEste artículo forma parte de la edición conmemorativa de los 100 Años de EL INFORMADOR. El resto de los contenidos especiales están disponibles en ESTE ESPACIO y también puedes consultar la versión hojeable digital PULSA AQUÍ.