Inspectores del Ayuntamiento de Guadalajara denunciaron que durante la crisis sanitaria por COVID-19, los vendedores ambulantes buscan provocarlos y algunos incluso los han agredido. “Hace un mes, a un compañero le quebraron la nariz”, comentó uno de ellos, quien pidió mantenerse anónimo.Las agresiones, agregó, ocurren cuando interceptan a los comerciantes y les piden que muestren su permiso, además de verificar que sus productos sean esenciales, como alimentos.Eso provocó que algunos de ellos hayan denunciado a los comerciantes.“Muchas veces pasa que los negocios son heredados y ahora el nieto es quien lo atiende. Él nos dice que no va a pagar permisos porque el abuelo también vendió allí y nunca pagó”, compartió otro de los inspectores.Por eso, para realizar sus inspecciones el personal trabaja en coordinación con la Policía, a fin de garantizar su seguridad mientras recogen los materiales confiscados. “Piensan que nos quedamos con sus cosas, pero luego de darles su multa y confiscarlas las llevamos a la bodega. Solamente alimentos preparados que caducan en unas horas son colocados en un refrigerador; después los llevan al DIF”.