Anoche se organizó una misa en la explanada del templo Expiatorio, presidida por el cardenal Francisco Robles Ortega. Al finalizar, los feligreses avanzaron por la avenida Enrique Díaz de León en la procesión del Corpus Christi (el cuerpo de Cristo) hacia la Catedral Metropolitana.“El misterio más grande de nuestra fe se encierra en el misterio del pan convertido en el cuerpo vivo del Señor y el vino en su sangre. Este regalo del Señor Jesús, que se hace alimento para nosotros, es lo que celebramos en la fiesta del Corpus Christi”, subrayó Francisco Robles.Destaca que en paseo Alcalde, afuera de la Catedral, se dio la bendición con el Santísimo a miles de presentes. “Al llegar a la explanada, impartí la bendición con el Santísimo Sacramento a los fieles ahí presentes, la mayoría de los cuales habían acompañado al Señor en la procesión”, añadió el arzobispo.El Corpus Christi es una fiesta de la Iglesia católica para celebrar la Eucaristía. El propósito es proclamar y aumentar la fe de los creyentes con la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.