A más de ocho meses que fueron asesinados los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como el guía de turistas Pedro Palma, en Cerocahui, Chihuahua, el rector del ITESO, Alexander Zatyrka, pidió a las autoridades federales justicia.Durante su Primer Informe al frente del ITESO, el rector lamentó que el crimen aún permanezca impune. “Desde esta universidad reiteramos nuestra demanda de justicia. No solo para ellos, sino para las miles y miles de personas asesinadas y desaparecidas en México. También para sus familias”, dijo.Añadió que la sociedad mexicana no se puede acostumbrar a la violencia, a la impunidad y al terror. “No debemos resignarnos a que la mayor aspiración de muchos jóvenes mexicanos sea irse del país cuanto antes”, señaló.No obstante dijo que la casa de estudios le corresponde contribuir a recuperar la esperanza y trabajar con empeño en la construcción de una sociedad justa y pacífica.“Por ello, impulsamos con gran ánimo la “Jornada por la Paz con Justicia en México”, que se llevó a cabo en agosto del año pasado con múltiples actividades en las que participó toda la comunidad, y de las cuales se desprendieron nuevas acciones”, mencionó.Destacó que el ITESO participa activamente en la conformación del Laboratorio de Innovación para la Reconciliación y la Paz, del Sistema Universitario Jesuita. Desde diversas dependencias aportamos al objetivo compartido de generar alternativas para sanar a un país herido.“La violencia no es sólo física, comienza en los procesos de polarización que se agudizan y nos dividen. La verdad, la congruencia y la buena fe son valores que van perdiendo relevancia en las interacciones sociales y, especialmente, en las políticas. Estamos en riesgo de perder la capacidad de resolver nuestras diferencias de manera civilizada y productiva”, sentenció.El rector del ITESO también se pronunció sobre la discusión de ideas en el ámbito público, necesaria en toda sociedad democrática, tiende a convertirse en una lucha para denostar a quienes no piensan como nosotros.“Más que debates razonables, prevalecen los discursos plagados de insultos y falacias. Parece que hemos perdido la capacidad de argumentar”, sostuvo.Agregó que como universitarios tienen la enorme responsabilidad de mostrar a las nuevas generaciones que la descalificación y la agresión, en ocasiones impulsadas incluso por autoridades, no son los caminos para procesar las diferencias.“Busquemos que nuestras aulas, auditorios y jardines sean espacios para el diálogo plural, la discusión argumentada, el disenso respetuoso y la escucha atenta a quienes no piensan como nosotros”, concluyó.Durante su informe, el rector destacó la reactivación de la presencialidad en el campus luego de dos años de interrupciones por la pandemia del Covid-19, el incremento en la matrícula, la apertura de nuevos programas, la formulación de más de 200 proyectos con vistas a la realización de la estrategia institucional, la creación de las bases de la escuelas de negocios, la creación de la escuela de ingeniería, la obtención de nuevas patentes y el proceso para la obtención de la certificación internacional de la Maestría en Administración así como la Prepa ITESO.Durante el Informe estuvieron presentes la comunidad universitaria, autoridades municipales, estatales e invitados especiales.
