La vida de Paul Figueroa, quien en el 2017 tenía tres años, cambio por completo tras una negligencia médica del hospital 20 de noviembre del ISSSTE, en la Ciudad de México.El error médico, que fue registrado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, lo dejó con daño neurológico (parálisis cerebral infantil), luego de que una enfermera le aplicó Midazolam de manera oral y nasal. Lo anterior hizo que tuviera un grave daño neurológico que le ocasionó una parálisis cerebral infantil y que le genera convulsiones.La ilusión de sus padres de verlo jugar con amigos fue devastada. Además, hasta el momento no les han dado indemnización.Ernesto Figueroa y Marisol Martínez viven en Ahualulco de Mercado, Jalisco. Ellos planearon el nacimiento de Paul, y fue recibido con gratitud por toda la familia. En los primeros meses de bebé tuvo complicaciones y le practicaron una cirugía tras la cual le detectaron una miocardiopatía hipertrofia severa, un engrosamiento del músculo cardíaco.Esta afección, puede ser tratada y con cuidados podría llevar una vida normal, siempre y cuando no se agitara y no practicara deportes de alto rendimiento, pero la situación se complicó.El menor de edad fue atendido en el Hospital Valentín Gómez Farías del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores (ISSSTE), en Zapopan. De ahí lo derivaron al Hospital 20 de noviembre también del ISSSTE, pero en la Ciudad de México. Ahí habría recibido el trato negligente. “Iban a realizarle un eco en cuarta dimensión, lo pusieron en ayuno desde las 11 de la noche y en desvelo. Paso la noche despierto, la idea era no sedarlo, pero le administran Midazolam para dormirlo. Una enfermera lo aplicó con un jeringa por la boca y por nariz, fue raro que no fuera un doctor anestesiólogo por su padecimiento cardíaco y por su peso y más en un hospital de ese nivel, ahí la primera negligencia”, comentó Ernesto Figueroa. Sus padres Ernesto, Figueroa y Marisol Martínez, detallaron cómo ha sido el cambio radical de vida: Desde las siete de la mañana hasta la media noche tienen que estar medicando a Paul, quien actualmente tiene ocho años. Ernesto trabaja en atención ciudadana en Ahualulco y Marisol se tuvo que enfocar totalmente a Paul.“Nos cambió la vida porque prácticamente vivimos para él, mi mujer prácticamente dejo de hacer cualquier actividad económica, el niño requiere atención las 24 horas, el con el daño neurológico que tiene diariamente tiene convulsiones y no lo podemos dejar. Inclusive le preparé un casco para cuando este mejor camine”, dijo el padre.El 25 de febrero de 2022, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación número 43/2022 a favor de Paul, la familia aún no ha recibido respuesta del actual director general del ISSSTE, Pedro Mario Zenteno Santaella.
