Las Fiestas de Octubre se han convertido en uno de los eventos anuales más importantes de Guadalajara. Su llegada representa para los tapatíos los inicios del fin de año, el comienzo del final; todos hemos ido a algún evento en el Palenque, hemos recorrido las exposiciones de la Canica Azul, hemos batallado por encontrar un lugar donde estacionarse, hemos regresado muy tarde en el Tren Ligero y en el Peribús después de sus conciertos, medio adormecidos por las cervezas; hemos sentido cómo se nos revuelven los intestinos en los juegos mecánicos. Las Fiestas de Octubre forman parte de la lógica anual de la ciudad, de sus costumbres. No obstante, son muy distintas a lo que eran en su inicio. Hoy son un evento masivo con artistas de talla internacional y que convocan a miles de personas a lo largo del mes con incontables atracciones, actividades y temáticas para todas las edades; en sus principios, no eran más que eventos locales que se celebraban en el Parque Agua Azul, enfocados en la familia y en un público infantil, y que contaban con la presencia importante de las autoridades junto a la ciudadanía. El Agua Azul era, entonces, uno de los parques más importantes de Guadalajara. Históricamente, en él hubo manantiales de agua fresca que alimentaban el río San Juan de Dios -hoy desaparecido bajo la Calzada Independencia-, y que convocaba a los tapatíos de principios del siglo XX para remar entre los patos. El Agua Azul fue desecada en nombre de la modernidad por el gobernador González Gallo, quien la dividió para dar lugar a la vía que hoy lleva su nombre.De todos modos siguió siendo un parque importante para los habitantes de Guadalajara, llegó a contar con un zoológico, y fue por eso que por muchos años fue sede de las Fiestas de Octubre, en cuya primera edición, en octubre de 1965, se contó con la presencia de Mario Moreno "Cantinflas". El evento representó para los tapatíos una novedad en lo cultural y en el entretenimiento, además de que activó la economía del sector Reforma, y año con año comenzó a crecer, añadiendo el tradicional desfile, e incorporando conciertos y presentaciones musicales en la Concha Acústica del parque. No obstante, para los 80 las Fiestas de Octubre comenzaron a ser un evento cada vez más grande, con conciertos multitudinarios que fueron dejando de lado la atmósfera familiar e infantil con la que inició la tradición, y los recintos del Agua Azul dejaron de dar abasto para las hordas de visitantes que aumentaban año tras año. La falta de planeación era cada más evidente, y los destrozos, crecientes. Así lo reportó EL INFORMADOR el 29 de octubre de 1981: "Aprovechando la inoperante vigilancia en torno a las llamadas Fiestas de Octubre de Guadalajara, el vandalismo masivo dejó en pésimas condiciones la Concha Acústica y una parte del Parque Agua Azul al volcarse en la presentación de un cantante. Caro precio paga cada año la ciudad en aras de una feria que no ha llegado a arraigar como popular; que causa tantos destrozos y tan mala imagen, y que debe mudar de sede". Las Fiestas de Octubre se mudaron así al Auditorio Benito Juárez en el otoño de 1984. Poco a poco se abrieron a México y al mundo, atrayendo artistas de la talla de Juan Gabriel y Vicente Fernández; en 1992, inclusive, recibieron a Iron Maiden. Las Fiestas de Octubre siguen desarrollándose ahí, al otro lado del Periférico.No obstante, según sus propios organizadores, dicho espacio ya no se da abasto tampoco para la magnitud del evento. Lejos quedaron sus tardes entre los árboles del Agua Azul, entre los estanques y las risas de los niños, y en los otoños distantes del siglo pasado. FS