Durante el último año, el Gobierno de Jalisco incrementó en dos mil millones de pesos (MDP) su deuda a corto plazo, vía la contratación de cinco créditos quirografarios en los que no requirió la aprobación del Congreso local.Argumentando insuficiencias de liquidez de carácter temporal, en febrero del año pasado, la administración estatal contrató con el Banco BBVA una deuda a corto plazo por 600 MDP.Posteriormente, sumó otros dos empréstitos que fueron adjudicados a Banco Mercantil del Norte (800 MDP) y a Banco Santander (200 MDP).La Secretaría de Hacienda del Estado omitió informar cuánto pagó por los servicios de los endeudamientos, pero en el reporte del Registro Público Único de Financiamientos y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) da cuenta que se erogaron 37.2 millones en los intereses de los tres créditos a corto plazo contratados durante el primer semestre del año pasado.Según el informe de la deuda pública disponible en el portal estatal, a los créditos ya liquidados se añadieron dos empréstitos adjudicados el 14 de diciembre pasado. Antes de cerrar el 2020, la administración estatal licitó y contrató dos financiamientos quirografarios por 200 MDP, uno fue adjudicado a Banorte y el otro a Scotiabank. En ambos casos se afirmó que se requerían para cubrir necesidades de corto plazo. Como fuente de pago se refirieron ingresos propios y deberán cubrirse en su totalidad el 30 de junio próximo.En lo que va de la actual administración se han contratado seis créditos quirografarios.Al inicio de la contingencia sanitaria se aprobó otro crédito a largo plazo por seis mil 200 millones de pesos, con la justificación de que era parte del plan estatal de inversión para la reactivación económica.JL