El ritmo acelerado de las grandes ciudades, los avances tecnológicos y las nuevas formas de entretenimiento que realizan las familias tapatías han orillado a decenas de personas de la tercera edad a no sentirse parte de su comunidad. Sin embargo, ellas son el legado que fortalece los cimientos de una generación y quienes, a lo largo de una época, se encargaron de forjar una identidad social. Convivir con un adulto mayor enriquece el conocimiento y expande la forma de entender al mundo. La vida es un ciclo y nada mejor que vivir con la certidumbre de que los últimos pasos que se caminen serán acompañados. De acuerdo con la coordinadora del Módulo de Trabajo Social del Congreso Internacional Avances en Medicina (CIAM 2018), María Guadalupe García, seis de cada 10 adultos mayores varones son abandonados por sus familiares debido a resentimientos.