Desde hace nueve años Fundación Mayama propuso un objetivo claro: brindar a los niños un mejor futuro educativo y social, y a través del arte, esta asociación civil también ha concretado retos de relevancia para ofrecer mejores condiciones de vida a infantes en situaciones de vulnerabilidad como el rezago económico y la violencia.Con la expectativa de construir un nuevo Centro Mayama en Cajititlán (frente a la Arena VFG), Fundación Mayama une esfuerzos por tercera ocasión con Manifesto, empresa dedicada a la gestión y venta de arte, con la que el próximo 16 de mayo celebrarán la subasta “La fuerza de la infancia”, encuentro en el que 61 artistas pondrán en puja lo mejor de su talento para recaudar fondos que ayuden a la edificación del nuevo espacio que estará dedicado a la innovación educativa.Alejandra Peña, directora general de Mayama, señala que en 2016 Fundación Mayama y Manifesto trabajaron en la primera subasta que logró reunir a más de 500 coleccionistas dispuestos a sumarse a la primera etapa de esta causa benéfica nacida de la campaña “Transformemos juntos” y a la que también se han integrado importantes sectores empresariales y sociales como Lincoln CAVSA, por ejemplo.“Preparamos a niños y niñas junto a sus familias para transformar su entorno, están en situación de alta marginación y violencia a través de tres programas: Mis derechos, Mi desarrollo y Mi familia. Hemos visto cambios sustentables y sostenibles durante mucho tiempo, de transformación profunda”.Alejandra Peña puntualiza que a través de las acciones de Mayama desarrollan habilidades para la vida en estos niños y niñas, que en su mayoría no tienen acceso a formación escolar, por lo que una de sus directrices es aportar actividades relacionadas al arte para que mediante diversas disciplinas puedan expresarse creativa e innovadoramente.“Le pedimos apoyo a Manifesto para que se sume a la campaña Transformemos juntos. Mediante esta campaña construiremos el mejor centro de innovación educativa para poblaciones de alta marginación y violencia en Jalisco”, explica Alejandra Peña al detallar que con lo recaudado de la subasta se daría inicio a la segunda etapa de construcción en un terreno de tres mil metros cuadrados que brindó en comodato el Gobierno de Tlajomulco.“Ahora ya tenemos egresados que están formando fundaciones, que ya están en la universidad y eran niños en situación de calle o que ni siquiera estaban registrados, eso queremos dar a conocer, ese cambio radical. Mayama es una de las 23 organizaciones civiles que tiene estatus consultivo dentro de la Organización de las Naciones Unidas, somos totalmente transparentes y reconocidos en el ámbito social. Realmente estamos trabajando por los derechos de la infancia y el desarrollo sostenible”.Katerine Bergengruen, directora de Manifesto, señala que el arte en Jalisco siempre ha sido un detonante para reforzar intenciones altruistas y de paso demostrar el desarrollo y talento artístico que hay en la metrópoli.“Consideramos que el arte debe ser un agente transformador de la vida y Mayama trabaja de fondo con esto. La fundación tiene un sistema educativo muy innovador que ha demostrado ser muy efectivo. Algo muy importante en la filantropía es que se transforme a la sociedad, no ser una solución efímera que alivie temporalmente. Mayama está muy involucrada en estimular la creación, en donde el arte está presente en la vida de estos niños”.Katerine Bergengruen señala que en el marco de la misión que tiene Fundación Mayama con los niños y niñas jaliscienses, el título de la subasta enfocado a la infancia también sirvió como punto de inspiración para diversos artistas que decidieron crear obra inédita para esta causa haciendo referencia a la niñez y su entorno.“Muchos de los artistas se identificaron la temática y crearon una pieza relacionada a la infancia. Muchas de las piezas reflejarán algún rasgo de la infancia, de esa fortaleza con la que el artista conectó”.Durante la subasta “La fuerza de la infancia”, Eduardo Mejorada será el martillero que encamine a los compradores que tendrán la oportunidad de pujar por importantes obras realizadas por destacados artistas como Javier Arévalo, José Luis López Galván, Humberto López Trejo, Diego Ayala, Omar Guerra, Paul Lozano, Dan Montellano y Jesús Villalpando, por ejemplo, quienes previo a que la subasta inicie verán expuestas sus obras para que los participantes puedan dialogar directamente con ellos y admirar cada detalle de sus piezas.“El martillero debe tener una preparación en conocimiento curricular de cada uno de los artistas, conocer las piezas y estar enterado lo que están haciendo sus creadores. Los artistas de esta subasta tienen una actividad muy efervescente actualmente, son las mejores firmas que hay en Jalisco y de otros lugares de México”.Eduardo Mejorada destaca la importancia que la figura del martillero tiene más allá de presentar la obra en puja, pues a través de las subastas se incrementan las posibilidades de adentrar al mundo del coleccionismo a los apasionados por el arte y qué mejor panorama que con beneficio a una causa social.“Hay un trabajo previo de curaduría, estamos ofertando lo mejor de los artistas y que realmente están interesados en hacer una donación de su trabajo a una asociación como Mayama. La comunidad cultural de Jalisco está muy al pendiente de lo que están haciendo diversas asociaciones, sobre todo en aquellas enfocadas en la infancia (…) es muy importante fomentar el coleccionismo, hay coleccionistas jóvenes que están apostando por el arte jalisciense”, puntualiza Eduardo Mejorada al revelar que la subasta tendrá arte abstracto y figurativo, conceptual, por ejemplo.SABER MÁSComo parte del agradecimiento de Manifesto a los compradores que se sumen a la subasta, se sorteará una pieza del Nevado de Toluca -con valor de más de 100 mil pesos- creada por el artista mexicano Luis Nishizawa Flores, a quien también se le rendirá homenaje en la subasta.TOMA NOTASubasta de arte “La fuerza de la infancia” a beneficio de Fundación Mayama, el próximo 16 de mayo a partir de las 19:30 horas en la agencia Lincoln CAVSA, ubicada en Avenida Vallarta 5500, en Zapopan.