A marchas forzadas, trabajadores laboran en el Auditorio Benito Juárez, a fin de que este quede listo para la inauguración de las Fiestas de Octubre, que tras dos años de haberse suspendido debido a la contingencia ocasionada por el COVID-19, vuelven a la presencialidad.Al recinto entran y salen camiones de carga con distintos materiales, mientras algunos trabajadores terminan de pintar y resanar el recinto que fungió como sede para la vacunación de miles de personas contra el coronavirus, otros tantos se encargan de cableado y luces.La tradicional Rueda de la Fortuna montada en la explanada principal del auditorio ya está completa, sin embargo en el patio trasero, área dedicada especialmente a los juegos mecánicos, todavía se están montando algunos de los atractivos. Camionetas y camiones de distintos tipos se pasean entre los armatostes mientras los trabajadores van y vienen.En la entrada principal, sobre la avenida Mariano Bárcenas, se puede observar también un carrusel gigante que hasta el momento se desconoce si será parte de los atractivos del interior o se trata de una nueva atracción para las y los asistentes a las Fiestas de Octubre.Ya nada queda de lo que por un año y cuatro meses fue el macromódulo de vacunación, que quedó oficialmente cerrado apenas el pasado 9 de septiembre.Es decir, las autoridades tuvieron sólo 21 días para adecuar, montar y dar vida una vez más a “la fiesta popular más grande de la Zona Metropolitana de Guadalajara”, a 57 años de haber comenzado bajo la administración de del entonces gobernador de Jalisco, Francisco Medina Ascencio.JM
