Las familias de personas privadas de la libertad temen que haya un contagio masivo de COVID-19 en los centros penitenciarios que conforman el Penal de Puente Grande. Hasta el momento se ha registrado la muerte de un empleado del Reclusorio Preventivo. Los contagios entre los internos pasaron, en una semana, de ocho a 29. Socorro, madre de uno de los reos, comentó que las autoridades no les han informado sobre las medidas que se han implementado en las cárceles. Aunque desde el 22 de marzo las visitas se cancelaron como medida de prevención, cada semana le lleva a su hijo despensa, gel antibacterial y cloro para desinfectar. Guadalupe y Enrique, padres de otro recluso, afirmaron que desconocen lo que pasa en el interior del sitio. “A nosotros nos realizan un filtro sanitario para la entrega de la despensa”.Sin embargo, autoridades del penal destacaron que mantienen protocolos de sanidad, que los enfermos se encuentran estables y que son atendidos en un área de dormitorios que está separada de los espacios comunes.La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) emitió medidas cautelares para que se informe a familiares sobre las acciones emprendidas y para que se inicie un estudio de contactos del trabajador fallecido para evitar una cadena de transmisión del virus.