Viernes, 22 de Noviembre 2024

Explosión en Zapopan: “Tenía la cara negra como del flamazo y me lo llevé al hospital”

Al menos seis casas presentaron afectaciones en bóvedas, muros puertas y ventanas tras la explosión en la colonia Hogares de Nuevo México

Por: Rubí Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes. EL INFORMADOR/R. Bobadilla

Eran exactamente las 10:30 de la noche cuando se escuchó el primer estruendo. Todo se cimbró. Luego vinieron dos estallidos más, y después de eso, gritos de dolor y de auxilio, los mismos que sacaron a Nayeli de su casa para ver qué ocurría.

“Escuché el tronido y pensé que se me iba a venir la casa encima, pero salí corriendo porque la gente empezó a gritar muy feo por ayuda, me dieron muchos nervios pero me salí corriendo. Le iba a hablar a un vecino pero ya venía un muchacho corriendo y me dijo 'güera ayúdame' y le dije '¿quién eres?' me dice 'Soy Ñoño'. No lo reconocí de la cara, la tenía negra como del flamazo. Rápido saqué el carro y me lo llevé. Lo llevamos al Zoquipan y luego luego lo atendieron”, contó Nayeli, vecina de la colonia Hogares de Nuevo México, donde anoche explotó un taller de pirotecnia.

Pensó luego que debió esperar a la ambulancia, pero recordar cómo la piel del joven parecía derretirse, supo que había hecho bien en ayudar a su manera. “Además, él me reconoció a mí, quizá si no lo hubiera hecho y algo le pasaba se hubiera quedado con la idea de que no lo quise ayudar”, añadió la mujer. En la entrada del domicilio quedaron sus botas con las agujetas quemadas, ceniza y manchas de sangre.

El joven fue uno de los cuatro hombres que la noche de ayer miércoles resultó lesionado tras la explosión ocurrida en un taller clandestino de pirotecnia de la colonia Hogares de Nuevo México, en Zapopan, que de acuerdo con varios vecinos del lugar ya había sido reportado al Ayuntamiento tapatío un año atrás, sabiendo que hacia estas fechas los coheteros aumentaban la producción de cara a las festividades navideñas y la celebración de la Virgen de Guadalupe, lo cual sentían, los ponía en riesgo por la cercanía del sitio.

Los otros tres heridos fueron trasladados por ambulancias de Servicios Médicos Municipales y del SAMU Jalisco al Hospital Civil de Guadalajara, donde hasta hoy se reportan como graves.

Por la onda expansiva de los estruendos al menos seis fincas cercanas, de acuerdo con el censo preliminar de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos Zapopan, presentaron afectaciones en bóvedas, muros puertas y ventanas, rompiendo cristales y desoldando marcos y chapas.

Por las calles de la colonia todavía pueden observarse los rollos de papel y las varitas de madera con la que elaboraban los cohetes, mientras que detrás del patio donde se producía la pirotecnia se veían aún las estructuras de los que serían los castillos de donde saldrían destellos de luz, en medio de los ladrillos y las láminas que salieron volando durante la tragedia.

JM

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