Aristóteles Sandoval Díaz, exgobernador de Jalisco, fue asesinado la madrugada de ayer en el baño de un bar de Puerto Vallarta.El actual mandatario de la Entidad confirmó el fallecimiento de su predecesor y ordenó que el gabinete de seguridad de trasladara al municipio costero. Más tarde agregó: “Lo que acabamos de vivir no sólo es un homicidio, es un desafío para el Estado mexicano”. Tras este hecho, el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), miembros de la Iniciativa Privada (IP) y extitulares del Ejecutivo estatal lamentaron el ataque y exigieron esclarecer el homicidio.En su conferencia de prensa mañanera, López Obrador pidió una investigación y ofreció el apoyo de la Federación para encontrar a los responsables. El presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara (Canaco), Xavier Orendáin, condenó el magnicidio y llamó a que se investigue y se aplique la justicia. En el caso del dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Jalisco, Carlos Villaseñor, exhortó a reforzar la seguridad y a tener una mayor coordinación con las fuerzas federales. Por otra parte, los diputados locales guardaron tres minutos de silencio durante la sesión extraordinaria que se llevó a cabo ayer y condenaron la muerte del también ex alcalde tapatío. En un mensaje escrito, la familia de Sandoval Díaz dijo que el priista trabajó para transformar a la sociedad y supo que la violencia y la delincuencia son síntomas de un mal mayor: la falta de condiciones para tener una vida digna.“Desde la rabia y el dolor que hoy sentimos, les invitamos a no dejar que se apague el ímpetu que Aristóteles demostró cada día de su vida y lo llevemos en cada uno de nosotros, y que transformemos esa luz en la energía que necesitamos para acabar con la violencia que vive nuestro país”.