A menos de un año de que abrió sus puertas, la Clínica de Epilepsia Pediátrica del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde” ya atiende a más de 250 niños y adolescentes con epilepsia de Jalisco y estados vecinos, así lo informó la neuróloga y epileptóloga pediatra a cargo de la clínica, Melissa Chávez Castillo.La especialista aseguró que la epilepsia es una enfermedad más común de lo que la población considera, debido a que persiste la idea de que este padecimiento es raro por falta de información o tabúes sociales, mientras que afirmó que puede afectar a uno de cada 26 menores de edad.La Clínica de Epilepsia Pediátrica del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde” abrió sus puertas en mayo del 2022 ante una incidencia en el diagnóstico de epilepsia al 30 por ciento de los menores que acuden a consulta en el Servicio de Neurología y Pediatría de Hospital.“Tenemos este diagnóstico que es más recurrente de los que la gente espera, hay mucha mala información, estigmas y etiquetas que hace que los pacientes no se diagnostiquen bien, que se nieguen, pero esto puede ser la diferencia entre una mejor calidad de vida”.Explicó que se da consulta médica y seguimiento a niños desde los cero hasta los 18 años de edad por medio de un diagnóstico claro de su condición a través de la toma de electroencefalogramas, estudios de imagen, resonancia magnética o tomografías y de ahí comienzan las terapias y los fármacos.Tal como en el caso de los adultos, tres de cada 10 pacientes con epilepsia mostrarán algún tipo de resistencia a los medicamentos antiepilépticos, con ellos se trabajan terapias especiales, se intentan combinaciones de fármacos y, en el caso de ser necesario, se valora la posibilidad de que sean intervenidos quirúrgicamente.La epileptóloga pediatra señaló que sólo el 50 de los pacientes fármaco resistentes suelen ser candidatos para una cirugía epiléptica, las cuales pueden ir en dos sentidos: paliativas o curativas.En el caso de las cirugías paliativas comentó que, en la mayoría de los casos, se trata de una callosotomía, intervención en la que se corta el cuerpo calloso para evitar la propagación de la actividad epiléptica a otro hemisferio del cerebro, lo que ayuda a disminuir la frecuencia de las convulsiones.Las cirugías curativas o receptivas buscan el sitio específico en el cerebro en donde se desarrolla la actividad epiléptica y, tras una serie de estudios, se opta por retirar la parte del cerebro en dónde se tienen las descargas neuronales excesivas, sin que esto genere un daño para el correcto desarrollo del paciente tras la cirugía.Desde el inicio de la Clínica de Epilepsia Pediátrica del Antiguo Hospital Civil se han practicado dos cirugías curativas, mientras que de manera anual el Servicio de Neurología y Pediatría del Hospital realiza cinco cirugías paliativas.JM