Ante las manifestaciones contra las autoridades por hechos de inseguridad, el Gobierno de Jalisco decidió en esta administración “amurallar” el Palacio de Gobierno, una decisión que cuestionan los visitantes del Centro tapatío. Pero así continuará, confirmó el secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra, quien reconoció que no hay un día señalado para levantar las vallas.Las estructuras fueron instaladas de forma permanente para proteger el inmueble, tras las protestas por el asesinato de Giovanni López durante la pandemia (policías lo mataron, luego de resistirse a usar el cubrebocas). Además de que afectan la imagen de la zona, con esto los turistas se pierden de los atractivos del Palacio, como un mural de José Clemente Orozco. “Con las fiestas decembrinas se supone que debería estar libre todo”, cuestionó Antonio Pérez. Y es que los peatones ni siquiera pueden circular por las banquetas que rodean el edificio.El único ingreso está resguardado por policías estatales. Y los visitantes se topan con preguntas sobre el motivo de la visita; en caso de no responder, se complica el acceso para conocer el inmueble.Susana Peña, empleada de una estética cercana, criticó que en cada manifestación las autoridades amplían el cerco de seguridad con cierres de calles y el despliegue de policías, por lo que no tiene sentido que estén instaladas de forma permanente las estructuras en el Palacio de Gobierno. “Hay muchas afectaciones por los cierres”.
