Cada que los locatarios del Mercado Corona tiran el agua de los platos que lavan sucede una tragedia: de los resumideros de los pasillos comienzan a brotar aguas negras y malolientes.Las tuberías del edificio, que tienen sólo dos pulgadas de diámetro, han estado tapadas por meses. El problema no es nuevo, pero sí se ha vuelto “insoportable”. Ernesto Contreras, uno de los comerciantes, carga los baldes llenos de agua sucia hasta la calle para verter su contenido en las alcantarillas. Es su rutina diaria.“Inició hace unos seis meses con el taponeo de una línea que abarca el primer nivel. Pero esto fue creciendo; (ahora) están tapados los tres niveles del ala izquierda”.Miguel Hernández, un empleado, caminó 200 metros con el balde lleno de aguas negras hasta la alcantarilla de la calle Zaragoza. El temor general es que, al estar saturada la tubería, ésta eventualmente colapse.Ernesto Contreras explicó que el drenaje se azolvó por la grasa acumulada proveniente de los locales de comida, pero también por el insuficiente diámetro de los tubos.Mediante oficios, los locatarios han solicitado apoyo de la autoridad municipal, pues según los reglamentos del inmueble esa tarea no pueden hacerla los particulares. Ni el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) está facultado para desazolvar el drenaje porque la falla está adentro del inmueble.Ignacio Mestas Gallardo, director de Mercados, informó a este medio el pasado 26 de enero que contaban ya con la empresa para realizar esas tareas cuando fueran necesarias, y que antes de febrero solucionarían el problema.
