Para festejar la tercera edición del Día Municipal de la Torta Ahogada, ya eran las 10:00 horas de este domingo y miles de personas estaban formadas en unas filas que parecían interminables, que iban desde la Catedral de Guadalajara hasta las calles de Ocampo y Santa Mónica para recibir su torta ahogada y una bebida, a la par escuchaban música de la Sonora Santanera o de Marco Antonio Solís, ‘El Buki’, en compañía de amigos y familiares. Alrededor de 25 mil personas, algunos sin desayunar, otros después de haber participado en la quinta etapa del serial de carreras “Corremos a la meta” en el marco del vigésimo aniversario de la Vía RecreActiva; algunos otros desganados, con ganas de “revivir” y que reconocieron estar “amanecidos”, hicieron fila bajo las inclemencias del sol tapatío que arreciaba a las 11:00 horas para recibir una torta ahogada gratis. En total, 30 torteros locales, entre los que se contaban Tortas Toño, Tortas Ahogadas Enrique El Original, Tortas y Eventos Evelyn y Ahogadas Beto, repartieron uno de estos platillos a las personas que se acercaran a su puesto, mientras la música amenizaba el desayuno de miles de familias. El Día Municipal de la Torta Ahogada es una iniciativa del Ayuntamiento de Guadalajara que busca rescatar, salvaguardar y promover la cocina tapatía tradicional y este platillo en particular, característico de la región. “Yo soy muy tortero la verdad, toda mi familia, en mi casa comemos casi siempre tortas ahogadas, pero yo soy el más tortero de mi familia. He venido a todos los eventos que se han hecho de las tortas ahogadas, desde hace dos años. "Se me hace muy bonito, porque aprovechamos para venir toda la familia y comprar los útiles de mis hijas o para andar caminando por aquí a ver qué hay o para comprar unas papas, un refresco o una nieve”, comentó Ricardo Rodríguez Madrigal, de 37 años de edad, mientras terminaba torta ahogada y bebía el último trago de refresco. En confidencia, pero orgulloso de la hazaña que todos los fines de semana, disciplinado, riguroso, a manera de ritual, cumple a cabalidad, Ricardo agregó que come cuatro tortas ahogadas en “una sentada” con su respectivo refresco o cerveza. Y aún hay más, pues explicó, por si no era evidente el tamaño de su logro, que siempre van “bañadas con salsa, limón, sal y cebolla, como tiene que ser, ¿o no?” Y efectivamente, aquel osado que se atrevía a pedir su torta sin alguno de estos elementos en algún puesto era objeto de burlas y ataques amistosos por parte de sus acompañantes. “Sí, me como unas cuatro tortas al día, más o menos; pues es que me gusta la salsa, el chilito, la cebolla, lo que es toda la torta ahogada, ¿verdad? […]. Es una comida tradicional de Guadalajara; es muy bonita la torta ahogada y es mi comida favorita. A mis hijas y a mi esposa también les gusta mucho, pero para mí es mi comida favorita de mi ciudad. Algunos la comparan con la carne en su jugo, pero yo creo que la torta ahogada es lo más tradicional de Guadalajara […]. Y el evento también está bien, muy padre todo”, subrayó Ricardo. La música y los artistas locales continuaron con la celebración del Día Municipal de la torta ahogada, mientras los comensales, ya satisfechos cerca de las 13:00 horas, se sentaron en los jardines aledaños para disfrutar del ambiente que, una hora después, terminó y todo regresó a la normalidad. En tanto, Ricardo, conocedor de contar con el récord de más tortas ahogadas en “una sentada”, se marchó feliz en dirección a la Plaza de Armas con su hija pequeña colgada de su brazo. EE