Hace tiempo, Armando Arévalo era administrativo de un centro de investigaciones jurídicas. Allí le nació la idea de estudiar Derecho.“Nunca es tarde. Si quieres hacer algo, lo haces… no importa la edad”, dice ahora, mientras cursa el segundo semestre de la Licenciatura en Derecho en el Sistema Semiescolarizado del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).Arévalo, de 60 años, agrega que es su segunda carrera. Primero estudió Biología, una maestría en Biología Molecular y un doctorado en Ciencias Biológicas. “Soy el intelectual de la familia. Me gustan las clases”.Explica que comenzó a estudiar para ser abogado porque hasta ahora tuvo tiempo. Trabajó en un laboratorio de genética y tiene su negocio, por lo que puede tener más tiempo libre para estudiar y hacer sus tareas. “Sí me gustaría ejercer, aunque soy grande, pero en cualquier carrera puedes ejercer si te aplicas”.En la Universidad de Guadalajara (UdeG) hay actualmente 120 alumnos mayores de 60 años que cursan alguna licenciatura. Juan Manuel Durán, rector del CUCSH, detalla que se trata de algo muy positivo. “También tenemos estudiantes de maestrías y doctorados… y licenciaturas como Antropología o Letras”. Juan Manuel Durán Durán, rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), indica que en ese centro es donde más adultos mayores estudian.Destaca que hay licenciaturas, como la de abogado semiescolarizado, que sirve para que muchos de ellos estudien sin ir todos los días al plantel. “Se concentra durante los viernes y sábado, pero se permite obtener una licenciatura, con el mismo plan de estudios del escolarizado”.También recuerda que tienen el Sistema Universitario del Adulto Mayor (SUAM), el cual admite a 400 adultos mayores de 60 años cada semestre. “Este programa tiene el sentido de ser incluyente. No pedimos grado académico, puede entrar cualquiera. Y encontramos entre nuestros estudiantes gente que tiene prepa, licenciatura, o con posgrado. La idea es que podamos proporcionar conocimientos científicos, que puedan ser útiles”.Subraya que les interesa mucho que las personas que participan en el Sistema Universitario del Adulto Mayor tengan una vejez digna, inclusiva y lo más autónoma posible.“Muchos adultos mayores son abandonados por sus familiares, y se desaprovechan sus capacidades y conocimiento, y en muchas sociedades son capital humano importante”.Acentúa que les proporcionan materias de salud física, sobre qué tipo de alimentación deben tener, o los incitan a hacer ejercicio. “Trabajamos con salud mental, buscando técnicas que les permitan tener mejor pronóstico con enfermedades como Alzheimer. También tenemos algunos talleres que fuimos moldeando conforme ellos los iban pidiendo… de cómputo, inglés, uso de Smartphone, los ponemos en contacto con la tecnología”.Explica que los estudiantes escogen sobre 30 materias y ellos programan los tiempos, “generalmente comenzamos en marzo y terminamos en junio, y luego comenzamos en agosto y terminamos en diciembre. Debemos llevar unos siete mil egresados del Sistema de Adultos Mayores. Estamos cumpliendo 10 años con el sistema que fue creado a iniciativa de un grupo de jubilados de la universidad. Con ello, se decidió cambiar las políticas hacia el adulto mayor”.El Sistema Universitario del Adulto Mayor invita a todos los adultos mayores a inscribirse a sus cursos y talleres ofreciéndoles una oportunidad para aprender, convivir y vivir nuevas experiencias. De acuerdo con la descripción de su página de internet, fue creado en 2013 por la Universidad de Guadalajara, con el objetivo de reunir esfuerzos de colaboración académica, dirigidos a un proyecto educativo que proporciona espacios para el desarrollo integral y flexible de los adultos mayores. “A través de un programa que cubre distintas áreas de interés como lo son cultura, salud y ciencias sociales. Buscamos implementar diversas técnicas de enseñanza-aprendizaje para enriquecer la calidad de vida de nuestros educandos”. Fernando Espinosa López, de 68 años, es alumno del Sistema Universitario del Adulto Mayor (SUAM) de la UdeG desde 2018. Es contador de profesión y también se graduó de una maestría en administración pública. Relata que cuando logró obtener su pensión, un familiar le recomendó inscribirse a los cursos.“Me metí porque la formación, los conocimientos y tener más destrezas es una forma de continuar nuestro proceso de aprendizaje. Hasta que podamos, nunca debemos dejar de aprender”, anota.Afirma que mantenerse en el SUAM le ha ayudado a mejorar actitudes y valores, e incluso corregir e incluir nuevos.Explica que también ha aprendido inglés y computación, así como cuestiones relacionadas con la salud cerebral. Por ejemplo, subraya que les han dado clases sobre los teléfonos inteligentes y sus distintas funciones. “Eso nos activa y ayuda a comunicarnos mejor, además de depender menos de preguntarles a nuestros hijos o nietos”.Destaca que la escuela se vuelve un punto de convivencia y de apoyo entre todos los estudiantes. “Es importante porque muchos nos reprimimos, nos da ansiedad, hay muchos diabéticos o hipertensos. Y entre nosotros festejamos nuestros cumpleaños, se hacen eventos por el Día del Maestro, se nos da un diploma o reconocimiento cada que se termina un curso, nos estimulan, nos regalan libros al terminar. Vamos a ir al cumpleaños número 80 de un compañero que se celebra en Jocotepec”. María Ruelas estudia el quinto semestre de la carrera de Derecho, en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).Es enfermera y también estudió repostería, pero entrar a estudiar una segunda licenciatura la ha motivado de una forma distinta. “Tuve cáncer de ovario, estuve grave y para mí es una segunda oportunidad para salir adelante. Soy muy tímida, me da vergüenza todo, pero creo en mí, en que puedo hacer las cosas y es importante darle ese ejemplo a los muchachos”.A sus 50 años, María ya tiene nietos. Cuenta que sus hijas fueron las que la inscribieron a la carrera, y que incluso cuando salió en listas, ella les dijo que no iba a asistir a las clases. “Después me di cuenta que es una motivación para ellas. Ahora las clases me gustan”.Además, María vive en Zacoalco de Torres, por lo que tiene que levantarse a las 04:30 de la mañana para llegar a las aulas a las 07:00 de la mañana en el plantel de Los Belenes, ya que estudia en el sistema semiescolarizado, con clases los viernes y sábados. Para ello, cuenta con el apoyo de su esposo e hijas.“Me llevan todos los sábados, me regresan, para mí es una ayuda importante. Si tengo la necesidad de comprar libros, me los compran. También me han ayudado con la computadora, ya que no la usaba frecuentemente; me ha gustado investigar”.Dice que aunque a veces piensa que no va a ejercer, quizá resulta que sí llega a trabajar como abogada. “Quién sabe y cuando me gradué me gusta más”. Para más información sobre el Sistema Universitario del Adulto Mayor, se puede ingresar al portal http://suam.cucsh.udg.mx/ CT