Todas las escuelas privadas tienen una obligación, por parte de la Secretaría de Educación Pública, de otorgar 10% en becas. Sin embargo, la Universidad Marista va mucho más allá, pues el apoyo que dan es de 56% en becas, con lo cual casi ocho de cada 10 alumnos tiene algún apoyo económico. “Eso a cualquier institución le dificulta la autosuficiencia económica, por ello, las escuelas de la red Marista, decidimos lanzar un programa de procuración de fondos. No sólo para conseguir gente que done para becas, sino también para implementar un proyecto social enfocado en los derechos de niñas, niños y adolescentes”, detalló el rector general de la universidad, Roberto Carrillo López.Para echar a andar la campaña denominada “Juntos invencibles” se creó la página www.maristas.meunoatucausa.org. Está enfocada a conseguir los recursos mediante dos estrategias: Embajadores Maristas, que son quienes atraen gente que quiera aportar, e “influencers”, quienes difundirán la campaña y obra social en sus redes sociales.Aunque por ahora sólo están sumados los colegios maristas de la zona, una vez que la experiencia resulte exitosa, buscarán proponerla a otras regiones y zonas.“Creemos que el problema de la educación cada vez es más grave por la situación económica, pues hay más riesgo de deserción, desde niños hasta universitarios. Necesitamos gente que sume esfuerzos. Somos un conjunto de instituciones preocupadas por atender a un mayor número de jóvenes que no tienen los recursos suficientes. Necesitamos sus aportaciones para apoyarlos. Ojalá se sumen a este tipo de campañas aunque sea con poco. Juntos podemos hacer la diferencia”, expresó Carrillo López. En la Universidad Marista es fundamental que los planes de estudio, de la carrera que sea, estén actualizados. Pero “el sello” que dejan en sus estudiantes son los programas humanistas y colaborativos con los que cuentan.Uno de ellos es el Proyecto Integrador, con el que los alumnos elaboran proyectos en conjunto con estudiantes de otras carreras para atender problemáticas determinadas, sociales, tecnológicas, administrativas, entre otras.También cuentan con un proyecto de Emprendimiento, con el cual los estudiantes aprenden a elaborar proyectos empresariales y sociales. Además de programas de cultura y deporte, pues es una de las universidades con mayor participación en estos rubros. Así como los programas de pastoral, los cuales consisten en ir a las comunidades y hacer un tipo de intervención, con lo que buscan sensibilizar a los jóvenes.“Tenemos bases filosóficas en el modelo educativo, el cual está sustentado en la corriente humanista. Creemos en el ser humano como el centro, en este caso del modelo educativo”, señaló el rector.Esto significa tener en cuenta sus necesidades y sus talentos para, a partir de ahí, generar experiencias de aprendizaje.“Tenemos también el sustento pedagógico, que está basada en proyectos, de manera que los estudiantes tengan mayor probabilidad de desarrollar las competencias en todas las dimensiones de su persona: cognitiva, espiritual e intelectual”, añadió. Durante la pandemia, como otras escuelas, la Universidad Marista tuvo que dar una respuesta rápida para que el aprendizaje continuara. Sin embargo, otro de sus retos principales fue la adaptación de los estudiantes.En el primero, Carrillo López destacó que desde antes ya daban capacitación a los maestros para impartir cursos en línea, pues es tendencia a nivel mundial. Pero el segundo desafío les costó más.“De venir a clases, tener convivencia cercana a sus compañeros y maestros, ya no la tenían, solo a través de la virtualidad. Se dieron situaciones de estrés, de aburrimiento, de frustración, pero todo se fue superando, hablando sobre el tema”, agregó.
