De acuerdo con la Encuesta de Percepción Ciudadana sobre Calidad de Vida 2018, de Jalisco Cómo Vamos, los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) perciben mejoras en su situación económica.En el estudio, que se presentó ayer en Casa ITESO Clavigero, se destacó que uno de cada tres tapatíos gana suficiente dinero para cubrir sus gastos y poder ahorrar. Esta cifra ha ido en aumento desde la medición que se hizo en 2014.El titular del organismo, Augusto Chacón, explicó que este crecimiento se dio principalmente en el sector de la población que tiene un estatus socioeconómico alto.Por otra parte, en el ejercicio se resaltó que los participantes mostraron altas expectativas sobre el desempeño de la actual administración estatal.Además, 58% señaló que espera que el trabajo de Enrique Alfaro Ramírez sea mejor que el que se realizó durante la gestión de Aristóteles Sandoval Díaz.Además de los gobiernos, los cuerpos de Policía y los partidos políticos son las dos instituciones que menos confianza inspiran a los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).Según la Encuesta de Percepción Ciudadana sobre Calidad de Vida 2018, hecha por Jalisco Cómo Vamos, siete de cada 10 personas no confían en las corporaciones.Carlos cuenta que los cuerpos de seguridad lo han detenido de manera arbitraria en dos ocasiones para ser revisado. El evento más reciente ocurrió el año pasado en las cercanías de la Unidad Deportiva Tucson, en Guadalajara. Los agentes se limitaron a decirle que había un reporte de robo en la zona, por lo que le “pasaron báscula”.Por otra parte, los partidos políticos fueron señalados como “nada confiables” por la mitad de los encuestados.El titular de Jalisco Cómo Vamos, Augusto Chacón, afirmó que esta calificación ha sido constante a lo largo de las ediciones de la evaluación. Explicó que la población los ve alejados de la realidad.“Tienen presupuestos altísimos y no hay una relación entre su acción y nuestra vida. Obviamente eso nos produce la más baja de las confianzas”, dijo.La desconexión de los partidos con el grueso de la sociedad también se refleja en el nivel de participación que los ciudadanos tienen al interior de estas instituciones, pues sólo 2.3% pertenece a las filas de una organización de este tipo.Participación ciudadanaChacón resaltó que la desconfianza en las instituciones provoca un “círculo vicioso”, pues la gente deja de involucrarse en las problemáticas públicas, lo que genera que baje el nivel de desempeño y eso redunda en todavía menos participación ciudadana.Pese a que nueve de cada 10 ciudadanos opina que es responsabilidad de todos participar en la resolución de los problemas sociales, menos de una tercera parte de la población se ha involucrado en atender algún conflicto que ocurre al interior de su comunidad.De todos los municipios que integran la metrópoli, El Salto fue el que tuvo les resultados más deficientes.Se quedó atrás en áreas que van desde la satisfacción generalizada de la población con su vida, o el nivel económico y educativo de sus habitantes.La situación de El Salto es radicalmente distinta a las que reportan los tapatíos o los zapopanos, pues mientras que casi la mitad de los saltenses está en un nivel socioeconómico bajo, las dos demarcaciones más grandes de la metrópoli tienen niveles bastante altos.El Salto también es un territorio en donde los pobladores están más inconformes con los servicios públicos.Augusto Chacón detalló que esto es reflejo de la centralización que se puede observar en la urbe, donde unas zonas viven realidades prácticamente opuestas a otras.Opinó que para poder encarar el problema, la toma de decisiones debe hacerse pensando en un nivel metropolitano, de manera que las búsqueda de soluciones no esté concentrada en un solo municipio, ignorando las consecuencias o eventos que puedan surgir en los demás.María Eugenia Suárez de Garay, académica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), ofreció un análisis de los resultados del documento y resaltó que las mujeres experimentan de manera “más intensa” las afectaciones que señala la población, como la deficiencia del transporte público, donde además de la mala calidad que el servicio supone, es un ambiente más hostil para ellas por la posibilidad de sufrir acoso durante sus recorridos diarios.Las mujeres mostraron niveles de satisfacción inferiores a los del género masculino en los tres grandes indicadores de los que parte la encuesta. Al mismo tiempo, son el género que sufre una mayor discriminación por su estado civil o su edad.Por su parte, el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Christian Sánchez Jáuregui, expuso que la insatisfacción de los tapatíos con respecto a sus vidas es producto no sólo del fallo de las políticas públicas, sino del poco involucramiento que la ciudadanía tiene en el desarrollo de la agenda pública.Indicó que esa falta de participación es porque la ciudadanía no suele ser tomada en cuenta en los temas de interés público y que hay ocasiones en que la sociedad civil también ha rechazado la oportunidad de involucrarse cuando se le han abierto las puertas.Por ello, concluyó que los gobiernos en sus tres niveles deben abrirle las puertas e impulsar iniciativas que vuelvan a los ciudadanos actores activos en el ámbito público.