Desde temprano, tapatíos hicieron fila para ingresar al Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y observar el eclipse anular que se vio parcialmente en la ciudad.Aficionados a la astronomía y personal de la UdeG, prestaron telescopios y gafas especiales para que familias pudieran ver el llamado Anillo de Fuego desde que estaban formados. Una de ellas fue Citlali de 5 años. "Se veía la luna, una mordidita, y el sol era naranja", narró la niña.Su padre, Mauricio Priego, contó que desde hace varios días le explicaron a la menor lo que era un eclipse y lo que vería. "Ahorita realmente cuando lo vio tuvo la confusión de que lo que se ve iluminado es la luna, que es la que normalmente ve. Entonces sí hubo que aclararle que lo que estaba viendo es el sol y la mordidita es la luna, eso sí tuvimos que aclarárselo", dijo el señor, Mauricio Priego, quien tiene en la mira el eclipse que habrá en el 2024. "Mérida, está muy lejos, pero el del próximo año se podrá ver en Mazatlán", así que viajará a esa entidad para vivirlo de cerca.Mientras, el abogado, Hugo Enrique Sánchez, prestó su telescopio para que otras personas pudieran ver el fenómeno astronómico. "Desde hace muchos años tengo la afición a la astronomía, con mi dinero compré el equipo y me enteré del evento, entonces yo me ofrecí como voluntario para traerles el telescopio, porque imaginé que iba a haber mucha gente".Además, Hugo le compartió a las personas recomendaciones de como verlo el eclipse sin dañarse los ojos y "pues es todo lo que estamos explicando. ¿De dónde nació tu afición por la Astronomía? Desde muy chiquito me ha gustado eso de ver estrellas", ríe.También la maestra Lourdes de la Peña, acudió al Instituto y compartió con los asistentes otra forma segura que le enseñó su padre para ver los eclipses."Es un vidrio de soldar y le puse nada más el cartón para que sea más fácil de manejarlo. Es algo que podría hacer cualquier persona sin mucho problema, ya que el vidrio de soldar lo venden en las ferreterías y nada más es pegarle el cartón", refirió."Está padre que cada quien trae algo diferente y todo sirve para lo mismo", expresó.Mientras afuera del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, la gente sigue haciendo fila y con la emoción de ingresar para ver mejor el eclipse anular a través de un telescopio."La gente está muy participativa, los niños, alumnos, todos con la novedad de verlo", compartió la empleada de la Universidad de Guadalajara que por ratos estaba más preocupada por cuidar el número de gafas especiales que le asignaron. "Es que se me pierden, y ahí las voy recuperando". A pesar de ello, las expresiones de "admiración, emoción y sorpresa" que ha observado en los tapatíos valen la pena.OF
