Jueves, 21 de Noviembre 2024

Don Guillermo Cosío Vidaurri, estadista y humano

Desde hace cerca de diez lustros y hasta el día de su deceso ocurrido el pasado miércoles 13 de noviembre, Don Guillermo Cosío Vidaurri fue un referente en la vida política de Jalisco y México

Por: Salvador Cosío Gaona

“Servir, apoyar, amar, ser leal; no fueron iniciativas de ley presentadas por Guillermo Cosío a su paso por este palacio legislativo; son preceptos de vida de un jalisciense que con preparación, entereza y profesionalismo buscaba hacer de este su querido Jalisco un Estado con condiciones más justas y mejores”: Don Guillermo Cosío Vidaurri

“Servir, apoyar, amar, ser leal; no fueron iniciativas de ley presentadas por Guillermo Cosío a su paso por este palacio legislativo; son preceptos de vida de un jalisciense que con preparación, entereza y profesionalismo buscaba hacer de este su querido Jalisco un Estado con condiciones más justas y mejores”: Don Guillermo Cosío Vidaurri

Nos deja a sus hijos, nietos y a las generaciones que vienen, la gran responsabilidad de seguir trabajando por la grandeza de Jalisco y de México. Desde hace cerca de diez lustros y hasta el día de su deceso ocurrido el pasado miércoles 13 de noviembre, Don Guillermo Cosío Vidaurri fue un referente en la vida política de Jalisco y México e inspiración fundamental para miles de jaliscienses y mexicanos coincidentes con su forma de pensar en relación a la solución de la problemática y necesidades sociales así como la búsqueda de superación y cohesión social de sus comunidades.

Para la gente con quien convivió a lo largo de su fecunda vida siempre tuvo una palabra o gesto amable, además de un aprendizaje que dejar, porque jamás fue egoísta e invariablemente compartió lo que sabía y no regateó al brindar a los demás cualquier cosa que les fuese útil y estuviese a su alcance. Fue muy prolífico en amigos; los tuvo en cada rincón de Jalisco y en bastantes ciudades y regiones del país, así como en alumnos que siempre le siguieron para abrevar de su conocimiento, experiencia y sus destrezas propias del enorme y fantástico animal político que fue.

Son incontables las diversas generaciones de profesionistas que lo eligieron como padrino; abogados, ingenieros civiles, médicos, agrónomos, geógrafos, administradores, contadores y educadores fueron sus ahijados, dándose espacio y momentos para mantenerse en contacto y convivencia con ellos, quienes preservaron para él aprecio, respeto y admiración.

Irrenunciable priista, invariable de sus compromisos ideológicos, aun en las horas más afligidas de su partido, el Revolucionario Institucional, pero con la modernidad que significa aceptar con tolerancia y respeto la pluralidad, Don Guillermo, siguió concitando la voluntad favorable y el afecto de millares de personas de diversos enclaves socioeconómicos, generacionales y culturales que influyen e impactan en la vida de la sociedad jalisciense.

Como lo destacó en algún momento el exgobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, Don Guillermo Cosío fue “un hombre visionario, bien administrado y conocedor de la gestión pública”.

Con su gran visión y siendo un adelantado a su época, fue artífice de grandes obras para el más adecuado desarrollo urbano y la movilidad metropolitana destacando junto con el Gobernador Don Alberto Orozco Romero en lo que fue cimiento del actual sistema de transporte colectivo de la urbe tapatía. Como Alcalde de Guadalajara y ya como Mandatario estatal tuvo la oportunidad de impulsar la terminación de la primera línea del Tren Ligero siendo fundamental su labor para lograr la línea dos y dejar debidamente aprobado el proyecto de la línea Tres, que es una de las obras más importantes de Jalisco en los últimos cuarenta años.

Durante el homenaje póstumo que le dedicó en el Palacio de Gobierno de Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, lo definió como un político referente de nuestro estado, y que marcó una época de la vida pública en el Occidente del país y a nivel nacional. Destacó la obra y el desarrollo que impulsó en la entidad y afirmó “es el legado de un hombre que trabajó por Jalisco, de un hombre que hizo bien su trabajo, de un buen hombre que la historia lo va a recordar como un buen gobernador, como un buen alcalde de Guadalajara y como un buen legislador. Dejó un ejemplo de trabajo, dedicación y congruencia y le dejó a Jalisco obras que marcaron el rumbo del estado”.

Al tener el privilegio de agradecer en Palacio de Gobierno las distinciones que se le dedicaron a mi padre, mencioné que más allá de su firme convicción ideológica personal compartida con muchos jaliscienses y mexicanos, Don Guillermo era ante todo un hombre de Estado, un estadista, un demócrata que ejerció lo que el pueblo le otorgó para actuar con pleno respeto a las instituciones, al propio pueblo, con tolerancia, inclusión y respeto; cité que hizo camino al andar y dejó profunda huella al gestionar y entregar grandes obras hidráulicas, de desarrollo regional y de movilidad, pero sobre todo irradiar unidad y vocación de servicio por ese noble e ideal propósito que lo inspiró toda su vida; propiciar la unidad y la grandeza de su querido Jalisco y de México.

En el homenaje póstumo que le rindieron en el Congreso del Estado, la diputada por MORENA, María Patricia Meza Núñez, presidenta de la Mesa Directiva, recordó que fue un hombre libre de pensamiento, dijo que “siempre respetó a quien pensaba diferente a él, querido y apreciado por quienes lo conocieron, por sus colaboradores en el servicio público, por quienes tuvieron la dicha de ser sus discípulos, sus innumerables amigos y ahijados, testigos de su obra y su historia”. Subrayó su amplia trayectoria y lo definió como un servidor público que siempre miró por ser incluyente habiendo formando en el tiempo parte de una generación cuyas aportaciones resultaron fundamentales para el devenir político estatal.

En su expresión agradeciendo el homenaje a Don nuestro Padre en el recinto legislativo estatal, Idolina Cosío Gaona, pronunció:

El presidente municipal de la capital tapatía, Ismael del Toro, encabezó la ceremonia póstuma en el Ayuntamiento de Guadalajara, donde destacó la trayectoria política de Don Guillermo que dijo, trajo avances en materia de movilidad al recordarlo como un tapatío promotor y protagonista del desarrollo político y social de Guadalajara, como presidente municipal, y en Jalisco cuando fue gobernador, en tanto, al agradecer a la comuna el reconocimiento, José Guillermo Cosío Gaona, habló del amor y orgullo que Don Guillermo “siempre sintió por Guadalajara por todo lo que logró hacer en la ciudad en cuanto al mejoramiento de servicios públicos municipales, no por él, sino por el gran equipo de trabajo que lo apoyó”.

Bastante de la grandeza que ahora disfrutamos los jaliscienses fue gracias a la altura de miras que siempre tuvo mi padre, quien dejó como mayor legado de su desempeño como funcionario público proyectos fundamentales que siguen siendo referentes en el desarrollo de la entidad, como las grandes obras hidráulicas, instituciones educativas en todos niveles, obras como avenidas, puentes y carreteras para mejorar la movilidad en el centro de la entidad y comunicar más a sus regiones, así como el sólido respaldo a la agro producción, que marcaron una etapa fundamental en el desarrollo regional jalisciense que ha sido pilar para el progreso de las ciudades medias e intermedias, sin descuidar obras visionarias que tuvieron como fin incrementar el abasto hídrico a la zona conurbada de Guadalajara y que tras años de fallidos experimentos en que se gastó tiempo y millones de pesos, se llegó a la conclusión que lo iniciado por Don Guillermo lustros atrás, sigue siendo a la fecha la mejor solución de ingeniería para garantizar el acopio de agua potable al área metropolitana de Guadalajara.

La historia se encargará de dejar en claro la perversa injusticia que se tramó en su contra -para hacerlo a un lado de la escena política cuando incluso ya se le veía como un firme aspirante a la presidencia de la República-, enderezada desde lo más alto del poder central para debilitarlo propiciando quedara inconclusa su gestión sexenal al frente de la administración pública jalisciense, siendo claro que además de no tener ninguna responsabilidad en los trágicos sucesos del 22 de abril que a la distancia quedan expuestos como autoría de a quienes no les importó dañar a decenas de familias, lesionar a la sociedad truncando el camino correcto en que se fraguaba el desarrollo de Jalisco, lo que pretendieron y lograron fue descarrilar la ruta que Don Guillermo tenía plasmada y estaba en curso procurando la anhelada grandeza de Jalisco.

Previo al suceso que le propició dejar la gubernatura, Cosío Vidaurri lució como un mandatario sumamente fuerte en su liderazgo sociopolítico, destacando que a diferencia de otros gobernantes que a poco tiempo o a mitad de su administración lucen sumamente debilitados, el entonces Gobernador había impulsado el éxito electoral pleno de su partido en los comicios inmediatamente previos a cuando fue compelido a dejar su encargo. Basta recordar que en la elección federal del mes de julio de 1991 su instituto político obtuvo el triunfo en los 20 distritos electorales para la integración de la Cámara de Diputados al Congreso de la Unión y en los comicios locales realizados en febrero de 1992, apenas un par de meses antes del horror que fue perversamente propiciado en la calle Analco en abril de ese año, bajo el liderazgo de Don Guillermo, su partido ganó en los 124 municipios y los 20 distritos de la entidad, en relación a la elección de Ayuntamientos y el Congreso local.

 Su liderazgo con impacto nacional, símbolo del peso específico que ya había adquirido, fue quizá la causa que detonó la indicación de hacerlo a un lado del escenario político al ser probablemente incomodante para quien ejercía absolutistamente el poder político en México que en su toma de posesión y los tres informes que de sus resultados como gobernador rindió al pueblo, se contara con la presencia de los más sólidos líderes sociopolíticos, de las cúpulas empresariales y gremios productivos del país, así como de casi todos los gobernadores de la Nación.

Más allá de su labor como destacado político de su Partido el Revolucionario Institucional (PRI), en el que se formó y al que sirvió desde las más sencillas tareas, hasta llegar a ser Delegado en más de una docena de entidades federativas del país, Presidente de la Comisión Nacional Coordinadora de Convenciones, Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional y dirigente del Comité Directivo del entonces Distrito Federal, entre otras tareas en que también destacó su participación al seno de la otrora poderosa Confederación Nacional de Organizaciones Populares , la CNOP, Don Guillermo Cosío, desde el plano en donde ahora se encuentre, puede jactarse de lo fecundo de su actividad al servicio del pueblo, destacando haber sido Presidente Municipal de Guadalajara, Diputado Local y dos veces Diputado Federal -habiendo sido en su momento pilar del accionar de ambas cámaras legislativas, Secretario General de Gobierno en Jalisco y en el extinto Distrito Federal, Gobernador de Jalisco y Embajador de México en Guatemala.

Fue también Juez de Primera Instancia en Ameca, Tesorero Municipal en Zapopan, Jefe del Departamento de Educación Pública y Secretario General de Gobierno del Estado Jalisco, y en el ámbito federal Director General de Cuenta y Administración de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, Director del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México (Metro), Oficial Mayor y Subsecretario de la Secretaría de la Reforma Agraria, Subsecretario del Trabajo y Previsión Social.

Forjado en la cultura del esfuerzo desde su infancia y juventud en el popular ‘barrio de La Capilla de Jesús’, en el corazón de su amada Guadalajara, a fuerza de trabajo, dedicación y constancia se ganó a pulso el mote de “Don” y se guardó para el curriculum los títulos académicos, pues ha sido con su obra como ha dejado innegablemente una huella indeleble en la vida política y social de Jalisco, que también trascendió exitosamente en la escena nacional.

Don Guillermo fue un hijo ejemplar, abnegado esposo y muy responsable padre; nos deja a sus hijos, nietos y a las generaciones que vienen, la gran responsabilidad de seguir trabajando por la grandeza de Jalisco y de México.

Opinión.salcosga@hotmail.com

@salvadorcosio1

Tapatío

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