Mujeres de pluma afilada y certera han formado parte de las filas de EL INFORMADOR, es el caso de Dolores Tapia, una colaboradora muy cercana a esta casa editorial que ha impulsado importantes proyectos que han venido a refrescar al diario impreso en diferentes momentos.Actualmente Dolores tiene la columna “El sentido que nos toca”, la cual se publica en la sección Revista y ahora mismo está desarrollando un proyecto en YouTube llamado “La Cantinta” donde dialoga con periodistas y gestores culturales, entre otras personalidades en atmósferas relajadas y divertidas, sí, las cantinas y otros espacios, lugares que si hablaran, revelarían mil y un secretos.La historia de Dolores Tapia con este periódico comienza a finales de los años 90 y principio del año 2000. “Llego a EL INFORMADOR hace poco más de 20 años, a la sección cultural Tapatío, que dirigía (en ese tiempo) el recién fallecido Luis Sandoval Godoy, él era el editor y yo estaba en la Facultad de Letras de la Universidad de Guadalajara y comencé a escribir cuentos, yo tenía una inclinación natural hacia la literatura, y también ya estaba haciendo teatro”.En ese tiempo cambia la dirección de EL INFORMADOR y Carlos Álvarez del Castillo Gregory asume el puesto y entra a la Coordinación Editorial Luis Ernesto Salomón. “Se hace una dinámica de contratar a gente joven porque EL INFORMADOR, de ser en blanco y negro se iba a someter al cambio de color. Sociedad era la sección que antes manejaba todo lo que ahora es soft news y se iban a desarrollar una serie de suplementos donde el primero que nace es Artes, era un planteamiento de llevar al diario a una plataforma más contemporánea”.Entonces, Dolores, que ya escribía para Tapatío mientras estudiaba, llevó su currículo al periódico, Luis Sandoval Godoy lo entregó a Recursos Humanos y fue como comenzó en forma en ese nuevo momento del diario. “Fui parte del primer equipo de reporteros de la sección de Artes que nacía a manos de Ana Guerrerosantos, yo recuerdo que estaban Zul de la Cueva, Alejandra Zea, Franco Daniel Gómez (entre otros). Como editora de La Buena Vida estaba Azalea Ramírez”.Dolores cubría las áreas de teatro y danza, “yo me puse a entrevistar a todos los teatreros de la época y me sirvió mucho como escuela, porque venía de hacer teatro con cierta gente y ahí recuerdo mucho que me interesaba conocerlos a todos, sus formas de pensamiento, sus tendencias, de qué escuelas venían… también en un momento en que el teatro de Guadalajara no era lo que es hoy”. Esta primera etapa de Dolores con EL INFORMADOR, duraría alrededor de cinco o seis años, según recuerda, después estuvo en Público y era colaboradora de Conaculta, con esta institución, entre otras notas, cubrió la muerte de Juan José Arreola.La segunda etapa de Dolores con EL INFORMADOR llega cuando ella comienza a desarrollar el Festival de La Luna en Tapalpa en 2004, y en 2005 se le invita a volver a redacción, donde se hizo una reingeniería a cargo de Alejandro Páez y Jorge Zepeda Patterson, puntualiza. “Ellos me proponen como la coordinadora de soft news, como la editora de editoras, que fue un proyecto que se realizó cierto tiempo y ahí entra Alejandro Irigoyen como una especie de coordinador editorial, cuando se va él es cuando Enrique Ramos asume la coordinación editorial y luego Jorge Verea”.Después vino un proceso de redacción trifásico, donde se propone que la redacción mute a una torre de control y ver qué reporteros tenían la capacidad de trabajar en tres vías, “yo creo hoy que todos, pero en ese entonces como momento de mutación, elegimos a Mayra Torres de la O, Isaack de Loza y Omar García, ellos tenían que reportear la nota y subirla en tres plataformas en el momento, se hizo además un libro como tal de qué funcionaba y qué no”.Dolores siempre ha estado en cada proceso de cambio, después de la experiencia trifásica, llega en 2012 a la revista Gente Bien, cuando cambiaba su dirección, entraba al mando Sofía Álvarez del Castillo. “Yo venía de la onda cultural y me encantó Gente Bien, porque aunque tenía la expertis (de la experiencia de un diario), te vicias y se te cierra la ventana con la que ves el periodismo, las letras, la redacción y todo. Para mí Gente Bien fue la puerta a mi renovación”. También ya Dolores se encargaba de desarrollar en 2013 el Festival de Cine de Tapalpa que culminó en 2018.Después llegó en 2015 Círculo Informador. “Es como el proyecto de mercado exitoso del periódico, así lo leo, y se necesitaba una revista anexa, un proyecto editorial, y me invitan a hacerlo como editora, yo entré cuando estaba el proyecto ya avanzado “, termina esa etapa y ya se queda solo como colaboradora.Con su columna Dolores tiene cerca de 10 años, “me ayuda mucho a repensarme, al inicio era muy de cine y de teatro, que era donde yo estaba muy cerca, pero siento que la columna ha virado de lugar en lugar, sobre el momento histórico en el que estoy yo, pero se me hace un espejo muy chido”.Para Dolores EL INFORMADOR es y ha sido su casa editorial de siempre.