El 2012 se configuró como uno de los años más violentos para el país tras la llamada "guerra contra el narco", iniciada por el entonces presidente, Felipe Calderón. La disputa, dejó como saldo 25 mil 967 homicidios, según lo reportado al año siguiente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía del Inegi.El documental “Hasta el fin de los días”, realizado por el cineasta Mauricio Bidault, muestra la operación del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses durante ese año (el cual cerró con mil 560 muertes, el número más alto de la actual administración hasta el 2017) desde su llegada a las escenas del crimen, pasando por el levantamiento de los cadáveres, la recolección de indicios y las autopsias, hasta la reconstrucción facial de algunas de las víctimas.La cinta muestra a través de sus imágenes la carga de trabajo que representaba entonces la situación para los trabajadores del IJCF el levantamiento e investigación de los cuerpos, que determina sus extenuantes jornadas laborales al tener que acudir a un servicio cuando apenas dictaminaban las causas de muerte de otro cuerpo, llenando las planchas de dictaminación del instituto.Uno de los casos documentados que demuestra esta situación es la de los 17 cuerpos localizados en Jalisco en 2012 en el kilómetro 38 de la carretera libre que une a Guadalajara con Morelia. Según registros periodísticos, los cadáveres fueron encontrados maniatados y con cadenas en el cuello.En las imágenes se observa como los cadáveres son trasladados a las instalaciones del IJCF en Tlaquepaque, mientras se da la orden de llevarlos “a la plancha que se encuentre libre”, donde se les retiran las cadenas y las ataduras.Debido a que solo se contaba con ocho camillas, los demás cuerpos fueron colocados en el suelo, en espera de que se concluyeran los exámenes periciales de los primeros examinados. Luego de esto fueron colocados dentro de bolsas plásticas negras para meterlos nuevamente a los vehículos del instituto, sin embargo, la cinta no señala su destino.Según lo reportado a través de la recomendación 3/2018, emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, las cremaciones se realizaron hasta septiembre de 2016, de ahí comenzaron a resguardar los cadáveres. De 2006 al 30 de septiembre del año mencionado, el IJCF había realizado mil 580 cremaciones legales de cadáveres sin identificar, a pesar de que todos contaban con pruebas para su identificación.De acuerdo con el documento, presentado en marzo de este año, hasta noviembre de 2017 el IJCF había reportado 220 cuerpos sin identificar bajo su resguardo, de los cuales solo el 1% había sido identificado, a pesar de que todos contaban con pruebas para su identificación, sin mencionar si contaban con todos los datos establecidos en protocolos internacionales ni dónde se hallaban ubicados.NM
