Gabriel e Ignacio fueron diagnosticados con diabetes y padecieron amputaciones. El primero perdió la pierna izquierda desde arriba de la rodilla; el segundo, la derecha.Sin embargo, ambos reciben rehabilitación y tratamiento, por lo que ahora tienen una mayor autonomía tras la colocación de prótesis por parte del Laboratorio Proactible, ubicado en la colonia Constitución, en Zapopan.“Mi esposa creía que jamás volvería a caminar… ahora puedo hacer muchas actividades solo”, subraya Ignacio.Tras los dos casos de éxito, Carlos Calderón, director del Laboratorio Proactible, acentúa que los pacientes que inician los procedimientos para obtener una prótesis se someten a un programa de dos meses. En ese tiempo son analizados y se precisa el tipo de prótesis que mejor les funciona, con el propósito de que salgan caminando (en algunos casos, apoyados por andaderas o muletas).En México, el pie diabético es la primera causa de amputación no traumática, que aparece cuando existen niveles inadecuados de glucosa en la sangre y otros factores que concurren entre personas con diabetes, tras provocarse un daño en los vasos y nervios que pueden producir complicaciones a mediano y largo plazos. Y dos de los riesgos de estos pacientes son la disminución de la sensibilidad y la mala circulación del pie, que derivan en una úlcera.Anivel nacional, el pie diabético es la primera causa de amputación no traumática. Alberto Ocampo Chavarría, coordinador del Programa de Atención a la Salud al Adulto y al Anciano en Jalisco, explica que en el ámbito nacional existen alrededor de 70 mil amputaciones cada año. Y en Jalisco se estima que siete de cada 10 intervenciones realizadas son causadas por la diabetes mellitus.Ocampo Chavarría señala que, además de estas amputaciones, hay consecuencias que se presentan de manera más frecuente entre la población, como la ceguera, los problemas cardiovasculares o las complicaciones cardiovasculares. La Secretaría de Salud en México indica que la diabetes es la primera causa de ceguera en el país. Por eso se estima que entre siete y ocho de cada 10 personas con esta enfermedad mueren por problemas cardiovasculares. Por su parte, Ocampo Chavarría explica que en el caso de las amputaciones por diabetes las personas no tienen opción, pues si no proceden a la intervención se registrará una infección que se agravará y podría provocar la muerte. “Son pacientes que normalmente no llevan un control correcto y empiezan con la amputación de un dedo, luego de tres, luego la mitad del dorso de su pie y luego el tobillo…”. Acentúa que, de cada 100 pesos destinados a la atención de la diabetes en jaliscienses, 92 se canalizan a los pacientes con complicaciones severas, mientras que sólo ocho pesos se utilizan para atender la demanda de casos controlados. Datos de la Secretaría de Salud en el Estado revelan que 11 mil 917 hombres y 14 mil 640 mujeres se sumaron a la lista de jaliscienses con diabetes tan sólo el año pasado; es decir, en 2019 se diagnosticaron 26 mil 557 casos y, aunque la cifra es menor a la reportada en 2018 (con 28 mil 202), suman 405 mil 299 diabéticos en el Estado. El funcionario añade que uno de los mayores retos para el tratamiento de los diabéticos es que realicen su tratamiento nutricional debidamente, pues ocho de cada 10 pacientes tienen algún grado de depresión por el diagnóstico y recurren al consumo excesivo de carbohidratos.TendenciasIncidenciaCarlos Calderón, director del laboratorio Proactible, explica que los pacientes que solicitan una prótesis tienen un programa de dos meses para luego salir caminando con su prótesis. “Todos salen caminando, quizá con un apoyo como una andadera o muleta, pero terminan por caminar”. Apunta que durante esas semanas estudian el caso y las necesidades de la persona para evaluar cuál de las prótesis le funciona mejor. Después de medir a los pacientes, la elaboración de las prótesis se hace en las mismas instalaciones y tiene un costo que ronda entre los 10 mil y 120 mil pesos, dependiendo de lo que se necesite. Don Ignacio tenía 11 años de haber sido diagnosticado con diabetes mellitus tipo dos cuando comenzó a sentir dolor en su dedo gordo del pie derecho. “Fui con un señor que tiene una clínica por donde vivo y le dije que me dolía mi dedo, pero que no me abriera porque soy diabético. Me respondió que nada más me revisaría y me abrió a un lado de uña… el pie se me puso mal”. El médico le dio medicamento para cicatrizar, “pero no funcionó, se inflamó y se puso negro”. Al acudir de nuevo con el doctor le argumentó que la pérdida del dedo era un hecho y que lo tenían que amputar, lo que ocurrió el año pasado en el IMSS. Ignacio cuenta que después de que le quitaron las puntadas, la herida reapareció. “Pasaron otras tres semanas y me volvieron a operar, aunque en esta vez me tuvieron que amputar todos los dedos del pie”. Cuando creyó que el problema había terminado, un mes después la lesión reapareció en color oscuro. Luego recibió la noticia que debían amputar arriba de la rodilla para sólo dejar la parte del muñón. A casi un año de su amputación, Ignacio se encuentra en proceso de conseguir una prótesis en Proactible, un laboratorio especializado ubicado en la colonia Constitución, en Zapopan. En ese lugar encontró un precio accesible para obtener la prótesis. “Mis hijas me decían que lo que saliera en precio verían cómo pagarlo, entonces fuimos a varios lados y me gustó más aquí, porque te dan terapia y te revisan la prótesis, no como en otro lado, que te la dan y te vas para tu casa”. Reconoce que le entusiasma caminar de nuevo, pues significa recuperar su autonomía. “Mi esposa creía que yo jamás volvería a caminar, pero ahora puedo hacer muchas actividades solo”. Con domicilio en Toluquilla, Ignacio atraviesa la metrópoli dos veces a la semana para sus terapias y revisiones. En Proactible se ejercita, coordina y aprende a caminar con su prótesis. Acentúa que todos los ejercicios le gustan, pero el reto mayor fue subirse a una pelota y sostenerse de pie con la prótesis. Comparte que también le gusta asistir a las terapias porque conoce personas en la misma situación. “Platico con ellos. Está padre porque nos damos consejos… yo les doy muchos ánimos”.TELÓN DE FONDOEl primer mexicano que murió por el COVID-19 fue un hombre de 41 años que padecía diabetes. En Jalisco, entre los años 2010 y 2018 fallecieron 51 mil 384 personas por esta enfermedad; es decir, un promedio de 15 al día. José Antonio Castañeda, cirujano bariatra, subraya que es un tema “muy preocupante” por la cantidad de personas con obesidad mórbida y diabetes que se tienen registradas. “Lamentablemente, de las tres enfermedades: personas con diabetes, obesidad e hipertensión, los que padecen la primera son las más vulnerables a sufrir este tipo de infecciones (como el COVID-19)”. El problema es que no hay personal médico ni suficientes camas de terapia intensiva en el país para atender una demanda alta por casos de coronavirus, principalmente por estos pacientes de alto riesgo. Para evitar ser parte de las estadísticas de las enfermedades crónicas, la recomendación es hacer más ejercicio para bajar de peso e incrementar la sensibilidad a la insulina. La alimentación también es clave. Roberto Barrientos Ávalos, especialista del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, descarta que las personas con este tipo de padecimientos crónicos tengan defensas bajas y por ello sean más vulnerables ante el coronavirus. Pero acepta que el COVID-19 es una infección aguda que agrava rápido el estado de salud de estos pacientes. Durante 2019, con corte al tercer trimestre del año, en Jalisco fueron hospitalizadas dos mil 457 personas por diabetes tipo 2. De acuerdo con información de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal, en septiembre pasado ya se habían superado los ingresos hospitalarios que se tuvieron en la Entidad por este padecimiento (en 2018 se registraron dos mil 272). En ambos años, el Estado se ubicó sólo por debajo de Tabasco (atendieron a tres mil 025 personas por este padecimiento entre enero y septiembre pasado). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el coronavirus parece causar una enfermedad más grave entre ancianos y personas con sistemas inmunitarios debilitados o enfermedades crónicas, como la diabetes, el cáncer o las neumopatías crónicas.En México, 8.6 millones de personas, de 20 años y más, reportan haber recibido un diagnóstico médico de diabetes.Aunque Jalisco cuenta con una prevalencia por debajo de la media nacional, la cifra total de personas con esta enfermedad coloca al Estado en la quinta posición. Así lo revela la Encuesta Nacional de Salud de 2018, en donde se indica que 405 mil 299 jaliscienses tienen diabetes. Las Entidades que están por arriba de esos registros son Estado de México (con un millón 069 mil 493 casos), Ciudad de México (835 mil 724), Veracruz (684 mil 694) y Nuevo León (469 mil 656). Por debajo de Jalisco se encuentran Guanajuato (370 mil 242 casos), Puebla (362 mil 927) y Tamaulipas (323 mil 348). En cuanto a la tasa de mortalidad, la Secretaría de Salud en Jalisco detalló que en 2019 se registraron un promedio de cinco mil 500 muertes.GUÍAAlberto Ocampo Chavarría, coordinador del Programa de Atención a la Salud al Adulto y al Anciano en Jalisco, contestó algunas interrogantes que surgen sobre la diabetes.—¿Cómo puedo saber si tengo diabetes? La diabetes puede ser asintomática. Sin embargo, las personas pueden asistir a un centro de salud y realizarse la prueba llamada glucosa capilar y, con ello, identificar algún riesgo para desarrollar la diabetes mellitus. El valor normal de glucosa es de 70 a 100 miligramos por decilitro. Y si tiene arriba de 100 podría hablar de prediabetes.—¿Qué hacer tras detectarse la enfermedad? Por lo general, se debe acudir a cualquier centro de salud y le darán una cita cada mes. Se otorgará un tratamiento sobre qué comer, en qué horarios, cuánto se debe de comer, qué actividad física se puede realizar y cómo, así como la administración de fármacos.—¿Qué pasa si no se completa el tratamiento? Puede tenerse un nivel de glucosa complicado y derivar en problemas renales, ceguera y pie diabético. Lo anterior puede detonar una amputación.—¿Cuál es la edad en la que se presentan más casos de diabetes? La diabetes comúnmente se presenta después de los 35 años de edad. De 10 personas mayores de 50 años, cuatro o cinco pueden tener diabetes. En personas de entre 20 y 30 años, uno o dos de cada 10 podrían tener la enfermedad.—¿Hay más probabilidad de tener diabetes según mi sexo? Sí. Es más común en las mujeres. De 10 casos, seis son mujeres y cuatro son hombres.—¿Esta enfermedad afecta la vida sexual? Sí. Se debe a la neuropatía, que es la afectación de la sensibilidad. Los pacientes con diabetes van perdiendo su sensibilidad.—¿Qué tipo es más común? La enfermedad tipo uno usualmente sucede en menores y se debe a que hay una disfunción del páncreas, que es el que produce la insulina.En el caso de la dos, el daño es progresivo y se presenta en mayores de 20 años. Estadísticamente, hablando por cada 100 casos de diabetes, 98 son tipo dos, y dos enfermos son por tipo uno.—¿Es malo padecer hipertensión y diabetes? Comúnmente, la enfermedad no va sola. El diabético suele hacerse hipertenso. De cada 10 personas con diabetes, cuatro y medio van a desarrollar una hipertensión.Sigue: #DebateInformador¿En su familia padecen diabetes?Participa en Twitter en el debate del día @informador