A los tres meses de su diagnóstico, Alexis decidió que ya no quería comer. Los pinchazos en las yemas de sus dedos para conocer sus niveles de glucosa y la subsecuente inyección de insulina que traen consigo cada comida, lo hicieron optar por sólo consumir agua."Me decía 'mamá, a mí dame pura agua, no quiero otra cosa porque ya no me quiero picar, me duele mucho y ya mejor así, si no puedo comer nada' ", relata Alma Villalobos, la madre del menor de 11 años, quien fue diagnosticado con diabetes mellitus tipo 1 a los nueve años de edad.La llegada de la diabetes a la familia Fabián Villalobos fue una sorpresa y un shock que apareció en el año 2020, al tiempo que la pandemia por COVID-19 se encontraba en su etapa más crítica debido a la incidencia de los contagios, unidades médicas saturadas y la segregación de las demás enfermedades ante la urgencia de la pandemia.Alma Villalobos asegura que los primeros meses después del diagnóstico de Alexis fueron los más duros. El desconocimiento de lo que es la diabetes, los sitios en donde se podría tratar y el cambiar la dinámica familiar y económica para adaptarse a las necesidades alimenticias y de cuidado del menor."Sí fueron tiempos difíciles, sobre todo porque en un inicio nos negábamos, decía yo 'cómo va ser que mi hijo tenga esto, si está tan chiquito, si come bien, si siempre ha sido un niño sano', pero ahora sabemos que la diabetes no discrimina y tenemos que estar ahí, al pie e informados, porque le puede pasar a cualquiera", señala.Como parte del programa “Somos Uno y Vamos a Estar Bien”, el Gobierno de Jalisco entregó 73 de los 98 sensores digitales adquiridos para la medición de la glucosa a menores de 19 años de edad que padecen de diabetes mellitus tipo 1.En el Centro de Educación y Atención para las niñas, niños y adolescentes con Diabetes Mellitus tipo 1 (Centro D1A), el titular de la Secretaría de Salud en Jalisco, Fernando Petersen Aranguren, explicó que ante el compromiso del Ejecutivo de dar atención y tratamiento universal a los menores con esta patología, de junio de 2022 al corte de esta redacción, se ha dado atención a más de 200 niños y adolescentes.Resaltó que debido a la creación de una base de datos y un seguimiento de cada caso es como se pudo contribuir a la compra de los sensores, los cuales, afirmó, son una necesidad sentida de aquellos que padecen diabetes y deben checar sus niveles de glucosa hasta 300 veces en un mes.Como parte de la consolidación de un padrón de menores con diabetes mellitus tipo 1 en Jalisco, el funcionario estatal informó que se cuenta con la identificación de por lo menos 675 niños y niñas en el Área Metropolitana de Guadalajara, y al interior del Estado que padecen de esta enfermedad, mismos que ya fueron captados por la autoridad para comenzar su tratamiento y dotación de insumos.La directora del Centro D1A, María Elena Mota, afirmó que este espacio servirá no sólo para la atención de menores en un tema médico, sino como un espacio de recreación, aprendizaje y entretenimiento, un sitio a donde pueda acudir quienes necesiten algún tipo de terapia y acompañamiento.Como miembro de la Asociación Mexicana de la Diabetes, subrayó que Jalisco es un Estado pionero en la atención a la diabetes mellitus tipo 1, toda vez que desde el Gobierno de México no existen programas para la detección y atención a menores con esta patología.Por último, la diputada local por Movimiento Ciudadano, Mónica Magaña, promovente de esta iniciativa, resaltó que desde el Congreso de Jalisco se cuenta con toda la disponibilidad para aprobar y promover iniciativas en favor de la salud de los niños, como la partida presupuestal para la atención a la diabetes mellitus tipo 1 por 10 millones de pesos para el año 2023.JM