En los festejos del Día del Laico, que se celebró en el Santuario de los Mártires Mexicanos en el Cerro del Tesoro en Tlaquepaque, en la homilía de la Celebración Eucarística del Cardenal, José Francisco Robles Ortega, actual arzobispo de Guadalajara, dijo a todos los católicos que acudieron que es importante que actúen como hermanos y no como políticos que descalifican y que confrontan a la sociedad.Laico se entiende por todos los cristianos, excepto por los que son miembros del orden sagrado y del estado religioso, por eso la petición de Robles Ortega de estar como miembros de la iglesia en paz, justicia, amor y santidad."No podemos como Cristianos, discípulos de Dios, no podemos echarle más gasolina al fuego, descalificándonos, ofendiéndonos, distanciándonos, los potentados de la política son artistas en esto, los rigen otros principios y otros intereses, nosotros como discípulos de Jesús debemos permanecer por encima de los mezquinos intereses que manera equivocada la actividad política fomenta, digo equivocada porqué la política está llamada a ser una actividad humana que puede ayudar y resolver tantos problemas, pero cuando la política se pervierte y nos mira como enemigos unos de otros y nos descalifica y señala, no debemos caer en esa trampa, debemos aportar lo mejor que somos y que tenemos, somos hijos del mismo padre Dios", comentó el purpurado.Además, ante la reciente polarización que vive el país, de diferentes manifestaciones y marchas, precisó que es importante no faltarse al respeto aun cuando tengan diferentes ideologías. "En un mundo como en el que vivimos de guerra, de confrontación, de conflictos, en una nación fuertemente, enfrentada y polarizada, nosotros discípulos y discípulas no podemos olvidar la verdad somos hijos de Dios, hijos del único padre, somos de verdad hermanos y hermanas eso no se debe de olvidar, por más marchas que haya en un sentido u otro, somos hermanos, este es el aporte más grande que podemos hacer a nuestra sociedad, y al momento histórico que vivimos, reconocernos y comportarnos como verdaderos hermanos, porqué el reino de Dios ya está sembrado en nosotros", acotó.Por último, el sacerdote reconoció a todos los santos y beatos que murieron en la Guerra Cristera en la década de 1920 cuando fueron perseguidos por el Estado."El último grito de un hombre en la tierra: ¡Viva Cristo Rey!, que legado nos dejan nuestros mártires, que ejemplos nos dejaron, que el reinado de Dios, como fueron capaces de sellar su vida y que el último suspiro de su vida con ese grito ¡Viva Cristo Rey!, su fe nos lo explica, y ellos habían descubierto el reinado de Dios en sí y entendían en qué consistía el reino de Dios, reconozcamos a nuestros mártires, invoquémoslos, hagámoslos presente en nuestros hogares, necesitamos testimonios decididos de fe, como fueron ellos, vivieron y murieron, necesitamos ese ejemplo", sentenció.JL