Decidir dónde descansará un cuerpo para la eternidad quizá nunca sea una tarea fácil. Son pocas las personas quienes toman sus previsiones en vida de cara al momento final, ese que todas y todos tenemos asegurado; otras tantas deben decidirlo en el dolor de haber perdido a un ser querido.Quienes se encargan de ofrecer los servicios funerarios, previstos o en la premura, van explicando el contenido y los costos de cada elemento, de cada paquete, entre ellos, el ataúd, la última morada del cuerpo cuando el alma sale de él.Desde hace más de 25 años la empresa de Héctor Alvarado se ha dedicado al arte de la elaboración de ataúdes. Comenzaron tiempo atrás como una empresa dedicada al ramo mueblero, sin embargo, las necesidades de la sociedad requirieron entonces cambiar de giro, apostando por la realización de féretros.No hubo que cambiar mucho, puesto que ya sabían trabajar la madera, la tela y tenían las herramientas necesarias para hacerlo, aunque, como ingeniero industrial, fue poco a poco especializando las máquinas que eran requeridas para ciertos detalles, como el dar la curvatura a la bóveda del ataúd, considerando que la madera con la que se fabrican, provienen de láminas planas, o aquellas necesarias para pulir los bordes y detalles finales.“Si algo tenemos seguro es precisamente la muerte, y alguien se tiene que encargar de fabricar los ataúdes para ese descanso final; no es simplemente un mueble, es el lugar donde va a descansar el cuerpo de una persona para la eternidad”, dijo Héctor.La fábrica, ubicada en el municipio de Tlaquepaque, realiza al mes un promedio de 250 ataúdes que son distribuidos en grupos y casas funerarias de todo el país, desde la más pequeña a la más grande, y aunque cada casa oferta los féretros a un costo distinto según los paquetes contratados por cada persona, Héctor conoce bien de los precios, ya que sabe lo que cuesta tallar este arte.“Hay un abanico muy amplio de precios. Hablando, por ejemplo, de la línea más económica, podemos hablar de que hay ataúdes que pueden ir desde los tres mil pesos, el más económico, y el más caro de los que yo fabrico puede alcanzar los 30 mil pesos. Todo depende del tipo de madera del que se hacen, el trabajo que lleva cada uno, porque por ejemplo, en el más costoso podemos meter chapas finas de maderas especiales, como el nogal, o incrustaciones de marquetería”, contó Héctor.Pero también influyen las medidas, pues si bien hay féretros de medida estándar, Avanti puede fabricar en medidas especiales si así se requieren, teniendo incluso un ataúd para personas más robustas.La experiencia adquirida en estas más de dos décadas le han mostrado que la temporada donde más se producen y se venden ataúdes, comienza en estas fechas, cuando el frío comienza a subir, y que es cuando las personas adultas mayores, de una edad muy avanzada, comienzan a fallecer por enfermedades respiratorias.Y debido a la falta de espacio en los panteones, la empresa ha comenzado a incrementar el número de urnas que fabrican, ante la opción de la cremación de los cuerpos para depositarlos en algún nicho de los panteones, iglesias o incluso para que permanezcan en los hogares de las familias.Y en este sentido, Héctor Alvarado alertó a la ciudadanía sobre la venta “clandestina” de ataúdes que han notado recientemente, en la cual familias que han comprado paquetes funerarios con ataúdes optan después por cremar a su familiar y colocarlo en alguna urna, dejando a la venta los cajones previamente usados.Dijo, si bien podría parecer que no hay nada malo en ello, aseguró que se convierte en un riesgo de salud, ya que muy probablemente quien adquiera un féretro de este tipo no sabrá de qué falleció la persona, convirtiéndose en un foco de infección o enfermedades.“Las casas funerarias, por ejemplo, tienen la opción de renta de ataúdes para quienes deciden velar a su familiar y luego cremarlo, pero ellos usan cartuchos especiales que posteriormente son desechados, entonces hay un cuidado especial. Pero comprar ataúdes para reutilizarlos siempre será un riesgo”, señaló.Un dato curioso, de acuerdo con lo relatado con Héctor, es que también ha aumentado la demanda de urnas para mascotas, que se han convertido en parte especial de muchas familias, y para lo cual las veterinarias y otras empresas han comenzado a ofertar paquetes funerarios incluso para los pequeños animales domésticos.“Esa novedad también ya empieza a agarrar más auge. Ya se ve con diferentes fabricantes, que además de urnas para los seres humanos, está empezando a crecer la demanda de urnas para mascotas y crematorios especializados para cremar mascotas”, dijo.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de Whatsapp * * *OB