El Día de las Madres para muchos es motivo de felicidad, regalos y fiesta, la cultura de las y los mexicanos nos ha dejado claro que madre sólo hay una y que su papel en nuestras vidas es irreemplazable, justamente por esa razón perder su presencia es uno de los golpes más duros que enfrentamos.Las flores del 10 de Mayo no sólo arribaron a las distintas casas del área metropolitana, sino que también se dieron tiempo de visitar el panteón municipal de Guadalajara, donde familiares recuerdan con cariño a sus madres, tías, hermanas y abuelas que una vez sostuvieron el importante rol de ser madre. Estas son sus historias.“Hace un mes que perdimos a mi mamá, fue muy difícil para nosotros y hoy es la primera vez que entregamos flores sin que ella pueda recibirlas y darnos las gracias. Es un momento difícil dejar a nuestros seres queridos y más en especial cuando se trata de personas muy importantes, ella se hizo cargo de nosotros cuando nacimos nos duró mucho tiempo, creo que ella también extrañaba a mi papá y por eso se fue, pero creo que lo importante es recordarla con cariño y valorar lo que nos dejó en vida. Gracias a ella tenemos y somos lo que somos, acá mis hermanos sacaron su vida por delante yo me convertí en una buena madre, también con sus consejos y creo que es lo que más falta me hará”, dijo Gabriela Flores.Para Gabriela la pérdida aunque es un proceso difícil también es un momento de alegría, mencionó que se siente agradecida por el tiempo que pudo tener a su abuela y no perdió la oportunidad de recordar cada momento que pasó a su lado incluso en el sitio donde descansaba se tomó la molestia de reproducir la música que a ella tanto le gustaba: "Cuatro milpas", de Antonio Aguilar.“Era muy chapada la antigua, recuerdo yo, pero también era muy divertida y creativa, nos sacó de muchos apuros en la escuela, cada desfile, cada tarea, a veces también los pequeños corazones rotos, sus sabios consejos y sus caricias cuando nos lastimábamos, sus regaños prudentes, son de las cosas que no olvidaré y aunque esta primera vez es un poco difícil también estoy feliz, porque se fue en paz, porque se fue con mi papá y creo que está mejor allá, hizo su trabajo en este mundo, que era cuidarnos y educarnos y lo hizo bien”, afirmó Alejandro, hermano de Gabriela.Por otro lado, hay familias que año con año se dan el tiempo de recordar a todas las mujeres que en su familia fueron madres, hermanas, tías, abuelas también son parte de la tradición y un ramo de flores se le ha entregado a cada una dentro de la familia de Sandra López.“Año con año por la mañana nos damos el tiempo de visitar y saludar a mi hermana Lupe, tía Alondra, mi tía Josefina y mi abuela Lulú, las recordamos con mucho cariño y juntos venimos a recordarlas, los niños les ponen las flores en lo que mi esposo va por agua de la pileta para limpiar sus tumbas, aprovechando que las tenemos todas juntas, las extrañamos, pero ahora sonreímos más porque siempre que venimos me acuerdo de esos días de travesuras con mi hermana Lupe o los ratos con mis tías. Aprovechando también vamos a visitar a la mamá de mi esposo”, indicó Sandra.La tristeza no es razón para opacar las sonrisas de las madres de Guadalajara, y en medio de regalos y buenos recuerdos también están los sabios consejos, el cariño y cuidados que preservan fielmente todos los hijos e hijas que año con año se siguen motivando a celebrar, aún en la muerte, a sus madres.JM