Guadalajara tiene, como todas las ciudades, sus aposentos dedicados a la muerte. Cementerios antiguos, tan viejos como la ciudad misma, que han atravesado el curso de los siglos, y entre cuyas horas silenciosas de la noche se gestaron nuestras grandes leyendas, nuestros mitos y terrores que existen dentro de nosotros en el imaginario tapatío de la vida y de la muerte. Guadalajara tiene dos reliquias históricas dedicadas a la muerte: el Panteón de Belén, y el Panteón de Mezquitán. El Panteón de Belén, construido en 1848, en sus casi dos siglos de existencia ha dejado todo un legado de leyendas inmarcesibles en Guadalajara, desde el árbol del vampiro, el monje y "nachito", entre muchas otras. El panteón es una reliquia del tiempo y una joya de la arquitectura de su época, pues además de ser un sitio de mito y temor, también alberga los restos de personajes importantes en la historia de Guadalajara, como gobernadores y artistas, y fue, originalmente, el lugar donde se encontraba la Rotonda de los Hombres Ilustres. El Panteón de Mezquitán, por su parte, fue inaugurado el 2 de noviembre de 1896 debido a la saturación del Panteón de Belén, y fue el primer panteón público de Guadalajara, construido bajo el mandato del entonces gobernador Mariano Escobedo. Del mismo modo que el Panteón de Belén, en Mezquitán yacen los restos mortales de ciudadanos de renombre de la ciudad de entonces, por ejemplo, Jesús Flores, el propietario de la famosa "Casa de los Perros" -otro lugar de leyendas- hoy más conocida como el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas.Pero, ¿cuáles son las tumbas más antiguas de Guadalajara? En el Panteón de Mezquitán, la tumba más antigua corresponde a un alemán, Hans Jaacks, que falleció el 31 de octubre de 1896. Era un boticario de renombre que había vivido en la ciudad desde 1853. En el Panteón de Belén abundan las tumbas y las criptas antiguas. Es importante recalcar que muchas de ellas son exhumaciones que fueron llevadas al entonces panteón, por lo que los restos no fueron enterrados originalmente ahí. En ese sentido, las tumbas más antiguas del Panteón de Belén corresponderían a:De acuerdo con usuarios en redes sociales, una lápida dentro de los jardines del Hospital Civil -a un costado del Panteón de Belén, y que hace muchos años pertenecía al mismo complejo-, corresponde a Teófilo Magayanes, que falleció el primero de mayo de 1670, hace 354 años. Muchos de los muertos de la ciudad son historia bajo las tumbas, con siglos de silencio entre el transcurrir de los años.Como dato histórico, si bien el Panteón de Belén y el de Mezquitán son reliquias y legados del pasado, hubo un panteón todavía más viejo, pero que ya no existe: el de Los Ángeles. Ubicado donde hoy se encuentra la Central Vieja de Autobuses de Guadalajara, el Panteón de Los Ángeles fue construido en 1833, quince años antes que el de Belén. De seguir existiendo, tendría casi 300 años. FS