La participación de empresarios, de dirigentes de organismos cupulares, universidades, Gobierno y de diversas organizaciones civiles fue fundamental para lograr el éxito en el programa Jalisco Sin Hambre.En entrevista, el empresario Horacio Fernández destacó los logros de este programa de dotación de despensas a personas que se vieron afectadas económicamente por la pandemia de COVID-19. El proyecto iba a terminar en octubre, pero será permanente bajo la batuta del Banco de Alimentos y Cáritas.El también vicepresidente de Empresas Tajín señaló que en la primera etapa se repartieron más de 260 mil despensas y se benefició a más de un millón de personas.“Había gente muy agradecida que tenía mucha necesidad, también había gente que en su vida nunca había tenido la necesidad y no sabía a dónde acudir, iban con mucha pena, pero lo aceptaban con agradecimiento”, explicó.“El aprendizaje fue la solidaridad de los empresarios que participaron principalmente con donativos, tanto en dinero como en especie, de personas físicas y también fundaciones. Corporativa de Fundaciones fue un pilar en este tema”, sostuvo.Para la operación de la segunda etapa se donarán las líneas de producción al Banco de Alimentos y Caritas porque han incrementado su capacidad de atención.JL