La noche del 4 de mayo de 2014, una chispa generada por las malas condiciones en las que se encontraba el cableado eléctrico originó un incendio que acabó con un edificio entero: el del Mercado Corona.La alerta inició en el segundo piso y no sólo movilizó a los bomberos tapatíos; hasta el Ejército Mexicano se sumó a las labores de sofocación. Y aunque fueron más de 300 los elementos asignados a las tareas, el inmueble entero fue devorado por las llamas. Debido a las condiciones en las que terminó, el Mercado Corona tuvo que ser derribado.Casi dos años después, en marzo de 2016, el edificio reabrió sus puertas, esta vez con un concepto novedoso y moderno. Se habilitaron escaleras eléctricas, elevadores y hasta se construyó una plazoleta sobre la Avenida Hidalgo para atraer a más turistas. Los primeros 80 locatarios levantaron las cortinas en el emblemático espacio del Centro Histórico de Guadalajara y éste rápidamente recuperó su clientela.Pero a la distancia, las instalaciones se han descuidado. Otra vez, las tareas de limpieza se relajaron y los lixiviados corren por las escaleras eléctricas. No se observan extinguidores: algo elemental para evitar un siniestro como el de 2014. Tampoco se advierte una limpieza meticulosa por debajo de los comedores centrales y los mismos locatarios pegan bolsas en las paredes para servir como contenedores de basura. Otra vez, el Corona está en riesgo.