La seguridad de Jalostotitlán y Poncitlán estará a cargo de la Policía estatal y de la Guardia Nacional, de forma indefinida, luego de que las corporaciones de esos municipios fueron intervenidas por señalamientos de abusos y sospechas en el comportamiento de sus elementos. De acuerdo con el Gobierno de Jalisco, la Comisión Ejecutiva del Consejo Estatal de Seguridad desarmó a los agentes e intervino instalaciones, equipos de comunicación, cómputo y archivos, entre otros. Los uniformados irán a la Academia de la Secretaría de Seguridad para ser evaluados durante 15 días. En ese periodo recibirán capacitación sobre derechos humanos y uso adecuado de la fuerza. También serán sometidos a exámenes de control de confianza, antidopaje y demás requisitos para ejercer sus funciones. Con las comisarías de Jalostotitlán y Poncitlán suman cuatro las policías municipales intervenidas este año: en febrero fue desarmada la de San Juan de los Lagos y en junio la de Ixtlahuacán de los Membrillos. Desde 2014 van 18. Otros años con más acciones de ese tipo fueron 2015 (Unión de Tula, Villa Purificación, Pihuamo y Jilotlán de los Dolores) y 2017 (Bolaños, Ocotlán, Teocaltiche y Tlajomulco de Zúñiga). El 31 de mayo, el comisario de Seguridad Pública de Jalostotitlán, Oswaldo García, fue asesinado en una gasolinera de la autopista Guadalajara-Zapotlanejo.