María tiene 10 años como enfermera y ahora trabaja en el Hospital General Regional 180 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlajomulco, donde han atendido a pacientes con COVID-19.Además será una de las unidades híbridas que el IMSS destinó. Es decir, que funcionan en apoyo a las reconvertidas, pero también atienden pacientes no COVID.Ella se encuentra en el área de Urgencias, y asegura que desde que comenzó la atención a pacientes de coronavirus en ese núcleo médico la carga de trabajo en ese sector bajó. “Ahora sí van por verdaderas urgencias”. Afirma que aumentó el miedo de contraer la enfermedad.Ella no es excepción. Por la naturaleza de su trabajo, y pese a que tiene mayor protección en cuanto al equipo que se le proporciona y a protocolos especiales, ella ha estado en contacto con un paciente sospechoso.Esto provocó que, además de restringir los besos y abrazos con su familia, también se aislara en una parte de su casa.“La contingencia nos afecta emocionalmente y, aunque como personal de salud tratamos de hacer la vida lo más normal posible, no podemos poner en riesgo a nuestra familia”.Por lo mismo, este será un Día de las Madres distinto para ella. Hoy no habrá comida, festejo o regalos para su mamá. “Nos duele a todos no pasar el 10 de mayo con ellas, pero prefiero no exponerla a riesgo de muerte y tener más años de convivencia, a que por un rato de abrazos pueda contraer la enfermedad y no pasar más días con nosotros”.