A 25 días de que fueron asesinados el comandante Sergio Rivas Mejía y su escolta, Alejandro Delgado Pérez, ambos de la Policía tapatía, un grupo armado atentó en contra del encargado de la División de la Policía Motorizada de Guadalajara, el Grupo Gamas.El hecho ocurrió alrededor de las 07:00 horas en la Colonia Oblatos. El comandante circulaba sobre la Avenida Plutarco Elías Calles con rumbo hacia el Norte, a donde se dirigía a laborar.Cuando se hallaba por la calle Hacienda de Tala, notó, a través del espejo retrovisor, que individuos armados a bordo de un auto sedán y una camioneta tipo SUV se dirigían hacia él.El mando aceleró su vehículo y el grupo comenzó a dispararle: un rozón en el cuello, un impacto en la espalda y uno más en el abdomen fue el resultado de la agresión.Durante su intento de escape, el oficial solicitó ayuda. Y cuando los agresores se dieron cuenta de eso, huyeron.La víctima detuvo la marcha de su automóvil en el cruce con Juan Pablo II, donde esperó el apoyo y la asistencia médica. “El comandante está estable, en buen estado, hablando y con buena perspectiva”, indicó uno de los uniformados. La Fiscalía del Estado analiza este hecho.En lo que va del año, Jalisco suma seis agentes asesinados. El primer hecho sucedió el 19 de enero y el más reciente, el lunes pasado. Ambos eran oficiales de la Comisaría de Zapopan.Este medio publicó que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dos de cada 10 policías municipales en la Entidad han sido amenazados o agredidos mientras trabajaban. Tras los recientes ataques en contra de policías municipales, la Jefatura de Salud Mental de la Policía de Guadalajara ha identificado que los oficiales presentan mayores niveles de estrés, relacionados principalmente con la preocupación de qué podría pasar con sus familias si ellos llegaran a fallecer durante el cumplimento de su deber.La jefa del departamento de Salud Mental, María Angélica Morales, indicó que, además, “les preocupa también el alto índice de violencia que hay. Mencionan cosas como: ‘Si llegara a faltar, ¿qué sería de mi familia?’. El policía también se quiebra; está preocupado por lo que ocurre actualmente. Por esto mismo es necesario ayudarlos a trabajar el estrés”, expresó.Son siete los psicólogos que actualmente atienden a 100 oficiales, quienes acuden a las consultas que la Comisaría de Guadalajara ofrece de manera grupal por parte de la Jefatura de Salud Mental.Los oficiales acuden una vez a la semana, de lunes a jueves, para abordar temas como el manejo de la adrenalina, el estrés y cómo tener mejores relaciones familiares. Esto les ayuda, dijo Morales, a tener una mayor empatía con la ciudadanía. “A veces los policías también pasan por cuadros de depresión. Aunque los policías apoyan y resguardan a la ciudadanía, también son seres humanos”, agregó.La Jefatura atiende, además, a 25 familias de policías incluyendo a esposas, esposos e hijos, entre los que se encuentran las de oficiales caídos y elementos lesionados en ataques recientes, para ayudarlos a sobrellevar la situación que enfrentan actualmente.Si bien la cifra de uniformados que acuden a estas consultas grupales podría considerarse baja, si se compara con los dos mil 600 elementos que conforman la Comisaría tapatía, la jefa del departamento indicó que se espera que el número aumente en los próximos meses, pues actualmente se realizan los exámenes psicológicos y psicométricos necesarios para la licencia colectiva de portación de arma de fuego, mediante los cuales han identificado e invitado a elementos que podrían necesitar orientación psicológica.Sin embargo, no es una obligación asistir, “a menos que detectemos que es necesario desarmar al elemento por caer en alguna crisis. Entonces se ingresa a un programa de 12 sesiones para valorar las afectaciones y su avance hasta que se determina si pueden volver a usarla o si se les reasigna a algún área administrativa” dijo.La Policía de Guadalajara también cuenta con la Unidad de Intervención Primaria de Atención a Víctimas (UIPAV), cuya finalidad es prestar atención psicológica a la ciudadanía que se encuentra en crisis durante algún evento de seguridad, evitando así que puedan ocasionar daño a otras personas o a sí mismos, indicó el oficial Juan Carlos Naranjo, vocero de la Comisaría.“La función principal que tienen, y a la que más se recurre, es para la atención de posibles suicidas y personas con trastornos psicológicos agresivos que pongan en riesgo su integridad física y la de los demás. Se recurre a ellos para lograr una contención emocional”.Agregó que también se presta el apoyo a mujeres violentadas y se les acompaña en el proceso de denuncia de su caso ante el Ministerio Público, así como en el acompañamiento de menores víctimas de maltrato infantil, violencia o en condiciones de abandono, a quienes se les resguarda hasta que son entregados a la autoridad competente. Sólo en marzo, la UIPAV intervino en 47 emergencias psicológicas.La Unidad cuenta con un equipo de siete psicólogos dentro del Gabinete de Salud Mental, pero independientes a la Jefatura que atiende a los oficiales de la corporación.Los especialistas cuentas con distintas capacitaciones en temas de intervención en crisis, atención a víctimas y prevención del suicidio. Cuentan con un uniforme distinto al de los elementos para evitar el rechazo de las víctimas y que permitan un mejor acercamiento a ellas, además de un equipo de abogados y trabajadores sociales que suman 21 personas en el cuerpo operativo.El área cuenta con dos vehículos de ocho plazas, en los que se traslada a las víctimas para su valoración posterior, dependiendo de las características de la emergencia, por ejemplo, al Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme) o al Hospital Psiquiátrico de San Juan de Dios.Si requiere los servicios de la UIPAV, marque al teléfono 3352-0451 en Guadalajara. La atención es gratuita y se ofrece las 24 horas, los 365 días del año.
