Para que las obras que se ejecutan en la Entidad no sólo causen menos daño ambiental, sino que los residuos de éstas sean reaprovechados, la delegación Jalisco de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) y la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) se han comprometido a atender un manual de buenas prácticas en la materia.De acuerdo con la dependencia estatal, ambas instancias trabajaron en la construcción de ese manual, “a partir de la necesidad e interés del sector de la construcción para dar cumplimiento a la normatividad ambiental durante sus operaciones”.La Semadet reconoce que cada proyecto constructivo genera afectaciones e impactos negativos, particularmente en el entorno inmediato. El problema está en que la situación se agrava cuando las obras se acumulan.Así, el manual de buenas prácticas busca prevenir, reducir e incluso compensar esas afectaciones. También se instruirá a los constructores sobre el correcto destino que deben dar a los residuos de sus obras y los procesos para su reaprovechamiento. Una arista importante, debido a que ese punto impacta directamente en la calidad del aire y, en consecuencia, en la calidad de vida de la gente.“También es intención que, a partir de esta publicación, todas las obras que se realicen coadyuven a la protección del medio ambiente y se disminuyan los impactos ambientales”, dice Semadet.Eduardo Parra, director de Gestión Integral de Residuos, abunda en que se trata de un “punto de partida” para los constructores que quieren cumplir con la normatividad ambiental.Otro propósito es detectar y regular nuevos sitios de disposición final de residuos, difundir las buenas prácticas y crear estímulos para quienes las ejecuten, como el proceso de certificación del Programa de Cumplimento Ambiental Voluntario.
