A falta de semáforo y a un costado de las vías del tren de carga, conductores que transitan por el crucero de Inglaterra y López Mateos aplican el programa “uno y uno” para ceder el paso y evitar accidentes.La dinámica se genera en los cuatro puntos del cruce; se instalaron señalamientos con la leyenda: “Alto. Uno y uno”. De esa manera se crea una cultura vial en la que los conductores ceden el paso a los peatones y ciclistas.María Fernanda, quien acude a su trabajo en la zona, menciona que esto disminuye el tiempo de espera. “A veces se genera más tráfico cuando esperas la señal de un semáforo. Aquí cuando mucho me ha tocado esperar a cuatro carros que van adelante de la fila… es más fluido el paso”.Esta práctica tiene una buena respuesta entre los ciudadanos porque no se han presentado accidentes en lo que va del año. “El flujo es más tranquilo que en una avenida, pero es un crucero transitado. Hasta el momento no sabemos de choques”, apunta Juan, mientras espera el turno de su vehículo con su familia.La Dirección de Movilidad y Transporte de Zapopan considera que estas prácticas, junto con las Zonas 30 (donde la velocidad máxima es de 30 kilómetros), fomentan la seguridad vial. Por su parte, el Ayuntamiento de Guadalajara contesta que estas medidas deben permear en cualquier crucero donde no exista algún dispositivo de control y que las características de las calles lo permitan.En cuestión de educación vial, coinciden en que existen otras estrategias como Educavial, Biciescuela o Luchadores Viales, donde una más de sus preocupaciones es la seguridad para ciclistas y conductores.La conductora Gabriela, quien frecuenta el cruce de Inglaterra y López Mateos, recomienda: “Debería aplicarse en calles que no son tan transitadas. Por ejemplo, en Tlaquepaque también he visto que dan el ‘uno y uno’ en algunas calles”.
