El plan Jalisco Sin Hambre iba a terminar en octubre, pero el Banco de Alimentos y Cáritas tomaron la batuta y planean hacerlo permanente.El programa de la iniciativa privada, universidades, Gobierno y sociedad civil fue creado para llevar despensas a las personas afectadas económicamente por la pandemia de COVID-19.“El hambre no descansa y quisiéramos que un día no tuviéramos que hacerlo (llevar despensas), pero es una meta difícil y mientras tanto seguiremos ayudando”, indicó José Luis González Íñigo, presidente del Banco de Alimentos.Detalla que la entrega de funciones se formalizará mañana y pretenden ir ampliando la ayuda gradualmente. Aumentarán de 60 mil a 85 mil la entrega mensual de despensas en la metrópoli y municipios cercanos.“En esta nueva etapa se pretende ser un Banco de Jalisco, no de Guadalajara, para llevar la ayuda a todos los municipios a través de centros de distribución”. Prevén adquirir un predio donde puedan producir hasta 150 mil despensas mensuales.JL